Ahora que Andrew Garfield se encuentra en promoción de su nueva película El tiempo que tenemos, cinta que promete hacernos llorar tanto como el actor en su más reciente mensaje junto a Elmo, también han salido a colación proyectos anteriores de Garfield entre los que se encuentra una colaboración con un polémico actor y director. En 2016 el actor dio vida Desmon Doss en Hasta el último hombre y recientemente habló sobre como el cineasta detrás del proyecto "se merece contar historias", pese a las críticas que sus comentarios le valieron en el pasado.
Se trata de Mel Gibson, famoso por una carrera prolífica no sólo como actor en sus papeles de Mad Max y Arma mortal sino por haber dirigido las aclamadas Corazón Valiente, La pasión de Cristo y Apocalypto entre otras tantas. Desgraciadamente para cuando Garfield y Gibson trabajaron en Hacksaw Ridge (por su título en inglés) este último habría estado en boca de todos por conducir ebrio y hacer comentarios antisemitas por los cuáles ofreció disculpas públicas a los pocos días.
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En respuesta a esto Andrew Garfield habló con la revista People defendiendo una evolución por parte del actor y director pues aseguró que trabajando con él aprendió "que las personas pueden sanar, cambiar y recibir ayuda". Asimismo, agregó que todo el mundo merece respeto en la cantidad de oportunidades que necesiten para enmendar su camino: "las personas merecen una segunda oportunidad, una tercera oportunidad, una cuarta oportunidad. Aprendí que ninguno de nosotros es infalible", declaró.
De acuerdo con el también actor de El sorprendente Hombre Araña, Gibson se ha esforzado en hacer un cambio en sí mismo, algo que Garfield celebra por la creatividad que reconoce en él.
Ha hecho un magnífico trabajo consigo mismo. Y gracias a Dios, porque es un director increíble, y creo que se merece hacer películas. Se merece contar historias, porque tiene un corazón enorme y lleno de compasión
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En sintonía con este comentario Garfield recordó el rodaje de la película ganadora de dos premios Oscar en 2017 y como el director tenía una fibra emocional bastante sensible que le ayudaba a contar las historias de una forma más empática asegurando que es el tipo de cineasta que aparece detrás de los monitores con los ojos llenos de lágrimas. "Sabía cuando algo estaba bien y cuándo no lo estaba", dijo el actor y añadió que "es un narrador visceral, como si no pudiera evitar sentir todo".
Casi 10 años después de Hasta el último hombre, se espera que Mel Gibson vuelva a los sets de filmación a principios del próximo año para dirigir la secuela de La Pasión de Cristo. En cuanto a Andrew Garfield, él y Florence Pugh llenarán las salas de cine con El tiempo que tenemos a partir del 31 de octubre.
