La película El color del dinero, lanzada en 1986, es una de esas colaboraciones cinematográficas que hoy parecen imposibles de ignorar, pero que en su momento pasó por grandes dificultades para ver la luz. A pesar de contar con dos grandes nombres en su reparto, Tom Cruise y Paul Newman, y de ser dirigida por el aclamado Martin Scorsese, este proyecto estuvo a punto de quedarse en el limbo.
El inesperado rescate de Disney: La historia detrás de ‘El color del dinero’
Grandes estudios como 20th Century Fox y Columbia rechazaron la película, considerándola un riesgo innecesario en una época en la que Hollywood comenzaba a centrarse más en franquicias seguras y éxitos de taquilla predecibles. Afortunadamente, Disney, a través de su subsidiaria Touchstone Pictures, vio el potencial que otros no quisieron asumir.
Todo comenzó cuando Paul Newman, convencido de que el responsable de títulos como Taxi Driver y Toro salvaje era el director ideal, lo contactó para revivir a Eddie Felson, su icónico personaje de The Hustler. Scorsese no estaba del todo convencido al principio, pero la visión compartida con Newman sobre el futuro del personaje lo llevó a aceptar el desafío.
El guión fue escrito por Richard Price, con la colaboración activa de Newman, y tras seis meses de trabajo, el proyecto finalmente estaba listo. Sin embargo, a pesar de contar con una estrella en ascenso como Tom Cruise, cuyo éxito en Top Gun era innegable, el filme seguía sin encontrar apoyo en los grandes estudios.
La intervención de Disney fue crucial para que la película pudiera ser realizada. Bajo el liderazgo de Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg, Disney estaba explorando nuevas formas de diversificar su catálogo a través de Touchstone Pictures, un sello diseñado para producir contenido más maduro que el que solía ofrecer. El color del dinero encajaba perfectamente en esta visión y la confianza que los productores depositaron en el proyecto resultó ser un acierto, ya que la película no solo fue un éxito moderado en taquilla, sino que también le otorgó a Paul Newman su tan merecido Oscar.
A pesar de las dificultades para financiar la película, El color del dinero logró convertirse en una obra destacada gracias a su dirección y al talento de su reparto. Tom Cruise, aunque ya una estrella en ascenso, mostró una faceta más madura y menos comercial de su carrera, trabajando codo a codo con Newman. La relación entre ambos actores, tanto dentro como fuera de la pantalla, fue fundamental para el éxito del filme, ya que capturaron una química perfecta entre un joven arrogante y un veterano en busca de redención.