Gracias a su participación en películas como 300, Geotormenta, Dioses de Egipto y Olympus Has Fallen, Gerard Butler se ha hecho de un nombre dentro del cine de acción contemporáneo. Sin embargo, ganarse el cariño del público y el respeto de la industria es algo que tiene un precio, y en el caso de Gerard ese precio vino en la forma de hacer modificaciones extremas en sus hábitos y en su cuerpo.
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Por mencionar un ejemplo, Butler tuvo que dejar de fumar, de forma tajante, con tal de obtener el rol protagónico de Leonidas en 300, del director Zack Snyder. Lograr librarse de ese mal hábito fue algo que le conllevó un enorme esfuerzo, pero finalmente lo logró. Siempre mostrando un compromiso absoluto con sus papeles, el actor escocés lo da todo por su amor al arte, justo como sucedió con el caso del que hablaremos a continuación.
Con un modesto presupuesto de 30 millones de dólares, el también protagonista de El fantasma de la ópera estelarizó un emocionante thriller de policías contra ladrones en el que compartió créditos con Pablo Schreiber, Curtis "50 Cent" Jackson, O'Shea Jackson Jr., Evan Jones, Dawn Olivieri y Mo McRae. Criminal Squad fue estrenada en 2018, siendo recibida con los brazos abiertos por el público.
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En la película dirigida por Christian Gudegast, Butler interpreta al policía Nick O'Brien, que por un lado tiene un aspecto musculoso, pero por otro también tenía que lucir como un hombre completamente agotado. Para conseguir esta apariencia, el actor llegó a compartir que su objetivo era ganar entre 11 y 13 kilos. "Tenía que ir al gimnasio y comer filetes todas las noches”, reveló Butler.
Al final, el nominado a los premios Satélite y Saturno hizo realidad su meta y consiguió tener el físico que deseaba, situación que eventualmente le terminaría beneficiando para poder seguir obteniendo más papeles de este tipo y, por ende, logrando consagrar su estatus como estrella mundial del género de acción.
