La carrera de Tom Hanks lo ha visto interpretar todo tipo de personajes en películas de cualquier cantidad de géneros. Con una legendaria filmografía que incluye cintas como Forrest Gump, Salvando al soldado Ryan, Milagros inesperados y Atrápame si puedes, Hanks ha demostrado su carisma y talento en cada papel que ha desempeñado. Sin embargo, si hay un personaje suyo que se ha ganado el cariño de todo el público, es el que interpretó en Náufrago.
Estrenada hace 24 años, Cast Away (por su titulo original) es una de las películas más aclamadas del director Robert Zemeckis, habiendo recibido aclamación universal; en el portal de Rotten Tomatoes, el filme cuenta con un envidiable 90% de aprobación. Con una recaudación de 429 millones de dólares a nivel mundial, parte del gran éxito que tuvo Náufrago fue originado por un inolvidable objetivo inanimado que se robó el corazón de la gente: el balón Wilson.
Aunque Náufrago, como muchas otras superproducciones de Hollywood, toma como referencia un suceso real, sus guionistas utilizaron el ingenio para brindarle a la audiencia una historia increíble. No se trataba sólo de mostrar cómo sobrevivió Chuck (Tom Hanks), sino también cómo se sentía con el paso de los días solo y perdido en aquella isla desierta. Y es precisamente en esto que Wilson jugó un papel importante en la historia.
Mientras escribía la película, el guionista William Broyles quiso documentarse hablando con varios expertos en supervivencia e incluso viajando a una isla desierta, donde pasó una semana entera viviendo experiencias similares a las del protagonista de la superproducción de 20th Century Fox. De esta forma, el realizador intentó comprender cómo Hanks tendría que conseguir agua, comida y refugio en un lugar como ese. Fue allí donde, en un momento dado, apareció de la nada un balón de futbol marca Wilson. En ese instante, Broyles y los productores encontraron, por accidente, al coprotagonista ideal para el largometraje.
William Broyles dejó claro, después de su viaje de investigación, que la película necesitaba tener un objeto inanimado para avanzar en la narrativa. El equipo de producción se puso en contacto con la empresa Wilson, quien les envió un enorme paquete de balones de futbol. Sin embargo, después de algunas pruebas, los productores se dieron cuenta de que no tenían suficiente atractivo y llamaron nuevamente a la firma deportiva, esta vez pidiendo pelotas de voleibol.
La empresa envió 60 pelotas de voleibol y el resto es historia. La compañía tuvo quizás la mejor campaña publicitaria de la historia del cine, tanto así, que incluso organizaron junto a 20th Century Fox un desfile con el estreno nacional de Náufrago, en el que inventaron un rescate en alta mar para la pelota.