Hace algunos años, Dylan O'Brien era una estrella en asenso que tenía un futuro bastante prometedor en Hollywood. Habiendo participado en la serie Teen Wolf y en la película The First Time, la carrera del joven actor se catapultó por completo una vez que protagonizó la saga de The Maze Runner. Sin embargo, por irónico que resulte, fue esta misma franquicia la que frenó todo el impulso que llevaba gracias a un accidente que casi le cuesta la vida.
The Hollywood Reporter
Durante el rodaje de la tercera película de Maze Runner, The Death Cure, Dylan sufrió un grave accidente durante una escena de acción en la que, según informes, fue arrojado de un vehículo y se golpeó contra otro, lo que le provocó una conmoción cerebral, fracturas faciales y otras lesiones graves. De manera evidente la producción se pausó momentáneamente, no obstante, las lesiones de O'Brien resultaron ser más delicadas de lo esperado, por lo que la filmación quedó detenida por casi un año entero.
Hoy, el actor de 33 años recuerda esa amarga y dolorosa experiencia, describiendo al accidente como un "incidente que le cambió la vida". De acuerdo con sus declaraciones, este acontecimiento lo llevó a adoptar un enfoque más firme a la hora de afrontar las situaciones en el set. “Es muy común en la cultura que se controle a los actores jóvenes” , comentó. “La presión para no ser considerado 'difícil' puede ser intensa. A menudo escuchas cosas como 'no seas molesto' o 'te estás quejando'”.
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Posterior a haber quedado al borde la muerte, Dylan O'Brien comprendió que aprender a cuidarse a uno mismo nunca debería ser visto como algo negativo, y que a veces está bien decir que "no" a determinadas cosas. “Aprendí a no confundir cuidarme con ser difícil. Estaba planteando preocupaciones legítimas y no me escucharon", complementó el actor neoyorquino.
A través de esta experiencia, el también intérprete de Deepwater Horizon y American Assassin adquirió una nueva perspectiva sobre la vida, dándose un mayor valor a sí mismo y aprendiendo a no dejarse manipular. “Sé quién soy y cómo trato a la gente en el set. No soy difícil y sólo estaba tratando de protegerme”, dijo. Esta lección es un recordatorio importante para todos en la industria del entretenimiento: La seguridad siempre debe ser lo primero.
