Con Halloween y el Día de Muertos a la vuelta de la esquina, es el momento ideal para disfrutar de lo mejor del cine de terror mexicano, y ahora puedes ver gratis y restaurada una joya clásica del género. Esta obra maestra definitivamente se une a la lista de las grandes películas de terror de México, como El vampiro de Fernando Méndez, un referente del cine gótico, y Hasta el viento tiene miedo de Carlos Enrique Taboada, famosa por su atmósfera inquietante y su relato de fantasmas.
Una joya del cine expresionista mexicano restaurada y gratuita
Dos monjes, dirigida por Juan Bustillo Oro, ofrece una experiencia única que mezcla expresionismo y surrealismo en una historia cargada de tensión psicológica y visual. La película (cuya versión restaurada se encuentra disponible en la sección “Cine en línea” de la Filmoteca de la UNAM) está protagonizada por Carlos Villatoro en el papel de Javier, un monje enfermo y perturbado que ataca violentamente a Juan (Víctor Urruchúa), el nuevo miembro del monasterio, con un crucifijo.
A través de la narrativa, se revela que ambos personajes han ingresado a la vida monástica como una forma de lidiar con una tragedia compartida. Mediante dos flashbacks, uno contado desde la perspectiva de Javier y otro desde la de Juan, se narra la historia de dos amigos cuya amistad se desmorona debido a su amor por la misma mujer, Ana (Magda Haller).
Dos monjes es un profundo estudio psicológico sobre la memoria subjetiva. A lo largo de la película, queda claro que Javier y Juan tienen versiones diferentes de los hechos, cada uno presentándose a sí mismo como víctima y al otro como antagonista. En la versión de Javier, él es un personaje simpático: un hijo devoto y un amigo fiel. Se le presenta vestido de gris, mientras que Juan aparece como una figura oscura, envuelta en sombras y vestida de negro. En la versión de Juan, los colores se invierten: él es quien viste de gris, mientras que Javier aparece como la figura oscura.
Bustillo Oro, quien no solo dirigió la película, sino que también coescribió, se atrevió a innovar al utilizar una narrativa tan distinta a lo habitual. En ese momento, la técnica del flashback era aún poco común en el cine mexicano, y contar una historia desde múltiples puntos de vista fue una propuesta refrescante. Esta técnica sería explorada y perfeccionada más adelante en películas como Rashomon de Akira Kurosawa.
Dos monjes destaca por su impresionante cinematografía a cargo de Agustín Jiménez, quien inició su carrera con este filme. Jiménez empleó ángulos inesperados y tomas extremas desde arriba o abajo que intensificaban los elementos dramáticos y distorsionaban los puntos de vista de los personajes.
En este sentido, el filme está fuertemente influenciado por el expresionismo alemán, especialmente por El gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene. Esto se manifiesta en el uso de la fotografía en blanco y negro, las sombras marcadas y la distorsión de la realidad. Aunque Dos monjes no es estrictamente una película de terror, contiene elementos propios del género, como el ambiente gótico del monasterio, el uso de la luz y la sombra, el violento ataque del inicio y un desenlace macabro.