En 1998, Steven Spielberg se consolidó como uno de los directores más influyentes del cine al retratar el brutal desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, que también es aclamada por su realismo visceral y su detallada recreación histórica. Sin embargo, lo que pocos saben es que el proyecto pasó por algunos cambios en el equipo de dirección antes de llegar a manos de Spielberg, y uno de ellos resultaría crucial para el enfoque de la cinta.
En las primeras etapas de desarrollo, varios nombres de directores estuvieron asociados al proyecto y uno de los más interesantes de esta lista fue el de Terry Malick. Este inicialmente mostró interés en dirigir la película, pero no obstante decidió abandonar el proyecto para centrarse en otros trabajos. Con la llegada de Spielberg no solo se aseguró un enfoque más emocional y detallado a este drama, sino que también llevó el proyecto a otro nivel con su experiencia en grandes producciones. Además, el director también añadió su característico toque de realismo, logrando escenas de guerra que se sienten casi documentales por su crudeza.
La elección de Spielberg también cambió aspectos cruciales del guion y aunque la historia se mantuvo fiel a la misión de salvar al último hijo sobreviviente de una familia, Spielberg decidió enfatizar los efectos psicológicos de la guerra en los soldados, creando personajes que, más allá de ser héroes, eran humanos con miedos y dudas. Este cambio en el guion profundizó el impacto emocional de la película, haciendo que los espectadores se identificaran con la vulnerabilidad de los personajes.
No obstante, a pesar de la minuciosidad en los detalles, la película no estuvo exenta de errores y uno de los más comentados entre los cinéfilos fue el de la aparición accidental de un camarógrafo durante una de las tomas de combate. En la escena de la playa de Omaha, entre el caos y la confusión de la batalla, se puede distinguir brevemente la silueta de un operador de cámara en el fondo, que es un detalle que pasó desapercibido durante la edición. Aunque estos errores son comunes en producciones de gran escala, este tipo de fallos no dejó de llamar la atención de los televidentes más meticulosos.
Otro error notable se encontró en las armas utilizadas durante la película, ya que en varias escenas, las armas no corresponden del todo a las que habrían sido utilizadas en ese momento específico de la guerra.
Pero por fortuna, la devastadora narrativa de esta historia ha convertido a Salvando al Soldado Ryan en un referente para futuras películas de guerra. Las secuencias de batalla, especialmente el desembarco de Normandía, siguen siendo estudiadas tanto por cineastas como por historiadores por su realismo y precisión técnica, así es que no te la pierdas y ve a verla a Netflix cuanto antes.