Cada que Steven Spielberg anuncia el comienzo de un nuevo proyecto, son decenas los actores y actrices que se unen a la fila para tratar de conseguir un rol en esa nueva película. A final de cuentas, ¿quién no quisiera trabajar al lado del autor de grandes clásicos del séptimo arte como E.T., Tiburón o Jurassic Park? Sin embargo, hace 26 años los actores más bien le huían al legendario realizador.
Cuando Salvando al soldado Ryan apenas estaba empezando a tomar forma, Spielberg buscaba plasmar un realismo único en su película. Para lograr ese acercamiento con la realidad, el cineasta mandó a sus actores a un campo de entrenamiento militar dirigido por el capitán Dale Dye, un veterano de la Infantería de Marina de Estados Unidos. Como parte del campamento, los actores sintieron lo que era prepararse para una misión de guerra, con el fin de ofrecer interpretaciones lo más auténticas posibles.
"Se sometieron a un entrenamiento físico riguroso todos los días, y les di el mismo plan de estudios que se les había dado a los soldados de infantería en el entrenamiento básico en 1943-44", dijo Dye a Yahoo! Noticias. “Como tuve que comprimir todo en tres o cuatro días, trabajaron día y noche”. De manera evidente, muchos de los actores participantes se vieron superados por el abrumador reto, pues ninguno de ellos estaba preparado para algo así.
Edward Burns, que interpreta al soldado Richard Reiben en Salvando al soldado Ryan, describió su estancia en el campo de entrenamiento como la peor experiencia de su vida: “Llegamos, montamos nuestras tiendas de campaña y no paramos durante siete días. Por la noche hacía 30 grados y nos sentábamos en una tienda de campaña empapada con ropa empapada y una manta empapada”.
Muchos hombres estuvieron a punto de darse por vencidos, no obstante, Tom Hanks siempre los motivó para dar todo de sí y no abandonar el proyecto. De hecho, Vin Diesel, quien dio vida al soldado Adrian Caparzo, llegó a revelar lo que el también actor de Atrápame si puedes y Forrest Gump les compartió en esos momentos. “Dijo: 'Chicos, dentro de 20 años mirarán hacia atrás y agradecerán a Dios que lo hicimos.' Y hasta el día de hoy estamos todos muy agradecidos de haberlo logrado”.
Nominada a 11 premios Oscar, la elaborada epopeya de la Segunda Guerra Mundial consiguió un total de cinco estatuillas doradas, demostrando que el todo el esfuerzo que Steven Spielberg puso en esta producción terminó rindiendo frutos. Y no es de extrañar, pues tan solo la secuencia inicial de 20 minutos, en la que Spielberg nos lleva justo en medio del llamado Día D (es decir, el desembarco en Normandía), es una obra maestra técnica que era tan realista que incluso provocó la creación de una línea de emergencias para veteranos con experiencias post-traumáticas.