El día de hoy Peter Jackson es visto como uno de esos directores que pueden manejar éxitos de taquilla prácticamente con los ojos cerrados no sólo por su remake de King Kong en 2005 sino por aquella impactante trilogía de fantasía basada en los libros de J.R.R. Tolkien que consiguió recaudar casi tres millones de dólares en taquilla mundial.
Las tres épicas de El señor de los Anillos recibieron un total de 17 premios Oscar, de los cuales 11 fueron para El retorno del Rey que se coronó como la cinta más premiada en la historia (hasta que la destronó una cinta del 2022). Y aunque hoy el cine de fantasía no se puede imaginar sin su existencia hubo un tiempo en que lo verdaderamente difícil era concebir su desarrollo.
Cuando el también director de Desde mi cielo quiso poner en marcha su ambicioso plan para muchos fue evidentemente el mayor riesgo en la historia del cine pues las novelas de la Tierra Media se consideraron durante mucho tiempo como imposibles de adaptar. Al igual que Dune, las historias que describieron el camino de Frodo, Sam, Gandalf y el resto de La comunidad del anillo describían tramas complejas en un mundo mágico y fabuloso que corría el riesgo de perder detalles cruciales al ser llevado a la gran pantalla.
Más aún por el inicio del segundo milenio, cuando estrenó el primer filme, Jackson aún no había trabajado en un proyecto tan grande como este apuntaba a ser por lo que poco podría apostarse por una película bajo su dirección. Sus películas anteriores incluían comedias de bajo presupuesto y de género splatter como Bad Taste, El delirante mundo de los Feebles y Braindead; o el drama con elementos fantásticos Criaturas Celestiales, en el que también debutó Kate Winslet.
Y aunque ninguna de estas películas servía como garantía de éxito, es bien sabido que el neozelandés consiguió no sólo llevar a cabo la adaptación de El Señor de los Anillos con un éxito brutal, sino extender esta historia con muchos derivados que hasta hoy son consumidos con emoción. Años después de Las dos torres y El retorno del Rey se estrenó la trilogía precuela de El Hobbit y ahora mismo Los Anillos de Poder, que nos lleva aún más atrás en la trama, es una de las series más vistas en el catálogo de Amazon Prime Video demostrando que la apuesta valió completamente la pena.