A lo largo de toda la historia de Dragon Ball se han presentado un sinfín de personajes cuya fuerza tanto física como mental es un punto de referencia para los fanáticos del anime. Goku, Krilin, Vegeta y por supuesto villanos de la talla de Cell, Majin Buu y Freezer han sido los protagonistas de épicas peleas imaginadas por su creador Akira Toriyama.
Pese a que siempre vimos a Kakaroto como uno de los saiyajin más poderosos de todos sobrepasar sus límites y ganar, contra todo pronóstico, a rivales como Raditz o Nappa en Dragon Ball Z y otras series de los 90 hay uno en especial de aquella época ante el cual no logró sobreponerse. Para esto hay que hacer memoria y regresar al episodio 21 de Dragon Ball GT cuando Goku es transformado nuevamente en un niño por el deseo de Pilaf con las Esferas del dragón.
CBR
Estamos en el planeta M2 junto a Goku y Pan luchando por su vida en un terreno gobernado por el Dr. Myuu, aquel malvado científico que pretende capturar a los saiyajin para crear una nueva raza de máquinas mutantes. En medio del ajetreo vemos al protagonista de la historia peleando con el General Rildo cuya fuente de poder proviene del mismo planeta sobre el que están luchando.
Después de una intensa batalla llena de transformaciones con Goku modo Super Saiyajin y Rilldo en su forma Hyper Meta este villano consigue usar una de sus habilidades más emblemáticas y la que marcó el fin de esta batalla. Esta máquina reconstruida con un rostro humanoide transforma a Goku y a Pan en lápidas de metal para enviarlos al centro de investigación de su líder demostrando que logró superar al guerrero Z.
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Algunos episodios después Pan, Trunks y Goku consiguen escapar de Dr. Myuu y deben enfrentar nuevamente al General Rildo. Con el poder de los tres personajes combinados la historia es diferente y finalmente derrotan al villano con un gran Kamehameha combinado. Si bien al final Goku pudo superar la prueba que significó este rival en su camino, es una hazaña que no logró en un combate uno a uno por lo que el General Rildo pasa a la historia como ese personaje que Kakaroto no pudo derrotar en los años 90 aunque más adelante en Dragon Ball Super tuvo un reto muy similar.
