El 20 de agosto de 1989, José y Kitty Menendez murieron asesinados a manos de sus propios hijos, Lyle y Erick, en su lujosa mansión ubicada en Beverly Hills. Tras una serie de abusos, tanto físicos como psicológicos, protagonizados por el matrimonio, los hermanos Menendez se hartaron de la situación y decidieron ponerle fin a todo de la manera más cruel y sádica posible.
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez es la nueva serie sensación de Netflix, que se encarga de ahondar en todo este caso mediático que sacudió al mundo hace 35 años, y que hoy ha ganado notoriedad nuevamente. En la actualidad, muchas personas se cuestionan qué ha sido de los hermanos Menendez en prisión, mientras cumplen una cadena perpetua. Así han sido sus vidas desde aquel fatídico incidente.
Hoy en día, Lyle y Erik habitan en las instalaciones de la Correccional R.J. Donovan en San Diego, donde en 2018 se reunieron por primera vez, después de más de 20 años separados, ya que tras su condena en 1996, pasaron décadas tras las rejas en cárceles diferentes. Mientras que Lyle se encontraba en Mule Creek State Prison, Erik estaba encerrado en la prisión Richard J. Donovan. A pesar de que no se pudieron ver en mucho tiempo, se mantenían en constante comunicación por medio de cartas.
Tras el reencuentro, los hermanos Menendez comenzaron a forjar un fuerte vínculo entre ellos, manteniéndose activos en sus respectivas áreas dentro de la cárcel. Lyle ha trabajado muy de cerca con otros presos que han sufrido abuso sexual, tratando de brindarles apoyo emocional. Por su parte, Erik ha logrado encontrar un escape a través del arte, teniendo una gran fascinación por la pintura y siempre colaborando en proyectos comunitarios en la prisión.
A pesar de que Lyle y Erik se encuentran cumpliendo una cadena perpetua, no pierden la esperanza de que en algún momento puedan recuperar su libertad, luchando constantemente por un nuevo intento de apelación. Asimismo, los hermanos Menendez están enterados de todo lo que sucede en el mundo exterior, y de hecho Erik emitió recientemente un comunicado, a través de su esposa, diciendo que le resultaba "desalentador ver cómo habían elegido perpetuar mentiras dañinas sobre sus vidas [en la serie Monstruos]".
De acuerdo con comentarios de Lyle, el estreno de Monstruos representó un retroceso en la comprensión de los abusos sexuales masculinos. “Es triste ver cómo la serie refuerza una narrativa que niega la realidad de los abusos sufridos por los hombres”, expresó. Desde prisión, los hermanos continúan afirmando que fue por miedo y trauma que cometieron sus crímenes, y que nunca lo hicieron con tal de beneficiarse con algo material.