No cabe ninguna duda de que Jenna Ortega está atravesando el mejor momento de su vida y de su carrera, pues la joven actriz que recién está por cumplir 22 años de edad es una de las estrelladas más cotizadas hoy en día, en todo Hollywood. Asimismo, su talento y su carisma la han convertido en una de las actrices más queridas actualmente en la industria.
Habiendo obtenido reconocimiento mundial gracias a su interpretación de Merlina en la serie homónima de Netflix, la vida de Jenna dio un giro de 180° una vez que se adentró al mundo de los Addams. Del mismo modo, haber trabajado al lado de Tim Burton en esta producción la terminó llevando a formar parte del elenco de Beetlejuice Beetlejuice, siendo una de las películas más taquilleras del 2024.
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La carrera de Jenna Ortega promete estar llena de éxitos y, ¿por qué no?, tal vez prestigiosos premios en un futuro. No obstante, más allá de pensar en lo que podría venir más adelante, es ahora un buen momento para hacer una retrospectiva y recordar cómo es que la joven actriz de ascendencia mexicana ha llegando hasta el punto en el que se encuentra ahora mismo.
Para ello, debemos retroceder una década atrás, a una época en la que Jenna era una pequeña niña de 12 años. En ese entonces, la también estrella de Scream recién comenzaba con su carrera profesional, y uno de sus primeros papeles importantes se dio en la serie Jane the Virgin, adaptación estadounidense de la telenovela venezolana Juana, la virgen.
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La serie contó con la actuación protagónica de Gina Rodriguez en el rol de Jane, cuya versión infantil fue interpretada por Jenna Ortega a lo largo de varios capítulos. Esta producción fue ampliamente elogiada tanto por los críticos, como por el público, dando pie a un total de cinco temporadas y, de acuerdo con palabras de la propia Jenna, fue gracias a esta serie que la gente le empezó a pedir autógrafos en las calles.
Jane the Virgin se centra en la vida de Jane, una joven muy religiosa que se ha comprometido a conservar su virginidad hasta estar casada. Sin embargo, a raíz de un error médico, la chica queda embarazada por medio de inseminación artificial. A partir de ahí, la vida que Jane había planificado cuidadosamente se ve alterada por completo.
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