Si antes, series de la vida real como Gambito de dama y El caso Asunta habían sorprendido a los espectadores con sus historias, una nueva entrega de la franquicia Monstruos ha vuelto a causar impresión entre los suscriptores de Netflix. Luego del exitoso programa de Dahmer- Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, Ryan Murphy ha producido Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez, un nuevo capítulo para la serie antológica sobre crímenes verídicos, donde se muestran una vez más detalles sobre sucesos que conmocionaron al público.
La serie cuenta el relato de los hermanos Lyle y Erik Menendez, quienes fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Mary Louise "Kitty" Menendez. Según las acusaciones, lo que llevó a los dos delincuentes a cometer el crimen fue la fortuna familiar. Sin embargo, durante el juicio, los hermanos hicieron grandes revelaciones, como los constantes abusos físicos y emocionales provocado por sus crueles padres, un motivo que hasta el día de hoy sigue siendo motivo de controversia.
Tratándose de un caso real, muchos espectadores ya han comenzado a buscar información sobre el caso, que les ayude a tener más contexto sobre el terrible incidente que dejó atónitos a todos en su momento. Además de encontrar datos como hasta cuándo saldrán de prisión Erik y Lyle, sus parejas actuales o las declaraciones que han hecho los hermanos luego del estreno de la serie de Netflix, algo que ha provocado curiosidad entre el público es si los Menendez siguen siendo igual de millonarios y qué ha ocurrido con todo el dinero.
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UNA HERENCIA DE MILLONES DE DÓLARES
Cuando las autoridades acusaron a los hermanos de cometer los asesinatos en su casa de Beverly Hills en 1989, la fiscalía argumentó que el motivo del crimen fue el deseo de Lyle y Erik por controlar el patrimonio de sus padres, que según se dice ascendía a 14.5 millones de dólares. Sin embargo, a pesar que esta inmensa cantidad de dinero pertenecía a José y Kitty Menendez, ninguno de sus hijos recibió un sólo centavo.
Según la Ley de Homicidios de California, un criminal no puede ser beneficiado del patrimonio de su víctima, sin importar si existe una relación familiar o no. Además, de acuerdo con Los Angeles Times, para 1994, casi todo el dinero de los difuntos Menendez había sido usado para pagar abogados. Se estima que casi 11 millones de dólares fueron a parar a las cuentas de sus defensores, entre ellos Leslie Abramson, quien argumentó que José y Kitty Menendez habían sometido a sus hijos a años de abuso emocional y sexual.
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¿Y el resto? Según los informes, en los meses posteriores al asesinato, Lyle y Erik gastaron más de un millón de dólares en fiestas, viajes y toda clase de compras. Por ejemplo, Lyle invirtió más de 15 mil dólares en tres piezas Rolex, mientras que Erik contrató un entrenado de tenis por 60 mil dólares al año. En cuanto a las propiedades de los Menendez, entre el pago de impuestos e hipotecas, prácticamente no quedó nada más en sus cuentas de banco.
