Jenna Ortega se ha consolidado rápidamente como una de las jóvenes actrices más talentosas y versátiles de Hollywood. Desde sus primeros papeles en series como Jane the Virgin, Ortega ha demostrado una capacidad única para moverse entre géneros, interpretando personajes que van desde lo dulce e inocente hasta lo oscuro y enigmático. Su participación en Scream (Grita) y Scream VI, así como su papel junto a Mia Goth en X, la posicionaron como una nueva figura del cine de horror.
Sin embargo, su verdadera consagración llegó con la serie Merlina de Netflix, donde interpretó a la icónica Wednesday Addams bajo la dirección de Tim Burton. Este rol no solo le permitió alcanzar reconocimiento global, sino que también destacó su habilidad para darle nueva vida a un personaje clásico, haciéndolo relevante para una nueva generación. Actualmente, Ortega sigue demostrando su capacidad de sorprender al público con papeles desafiantes. Mientras su más reciente película, Beetlejuice 2, continúa en cartelera, la actriz ha decidido explorar nuevas facetas de su carrera con interpretaciones audaces y provocadoras.
El impacto de Jenna Ortega en un thriller que examina las relaciones con diferencia de edad y poder
Tal es el caso de La chica de Miller, un provocador drama con tintes de thriller erótico que se centra en Cairo Sweet (Ortega), una estudiante de preparatoria que tiene un vínculo inapropiadamente cercano con su profesor de inglés, el Sr. Miller (Martin Freeman). La película analiza de cerca las líneas difusas en las relaciones y lo que sucede cuando los límites no están completamente establecidos, especialmente entre personas con una diferencia no sólo de edad, sino de poder.
El personaje de Ortega es una joven ambiciosa, preparada para convertirse en la mejor estudiante de su escuela secundaria de Tennessee. Pero está aburrida y se siente insatisfecha, especialmente cuando solicita el ingreso a Yale. “Tengo 18 años y no soy nada especial”, dice Cairo al principio de la película. Ve a su mejor amiga, Winnie (Gideon Adlon), coquetear con otro profesor de la escuela, simplemente por las ventajas que le aporta. Esto la inspira a hacer lo mismo con su profesor de inglés casado, Jonathan Miller.
Cairo escribe un trabajo de mitad de curso emulando el trabajo del provocador escritor Henry Miller, que escribió en detalle sobre sus hazañas sexuales. Entrega su propio trabajo explícito con el título: “Para Jonathan. Con amor, Cairo”. Mientras Jonathan lee el trabajo, la película muestra una escena de sexo entre los dos. Se da a entender que Jonathan está imaginando la secuencia con su alumna.
No obstante, Jonathan responde interrumpiéndola y terminando su relación. “No voy a permitir esto”, dice, refiriéndose a su artículo y a su relación. Agravada por su repentina pérdida de interés en ella, Cairo decide denunciarlo ante el subdirector de la escuela y el consejo escolar como venganza. “No puedes identificar la línea. Así que la cruzas”, le dice el amigo de Jonathan, también profesor (que también coquetea con las estudiantes). “Tú eres el adulto. Muestra algo de responsabilidad”.
Desde su estreno en cines estadounidenses en enero de este año, La chica de Miller ha provocado una conversación oportuna y necesaria sobre las relaciones con diferencia de edad. La película, dirigida por Jade Halley Bartlett y que puedes ver en Amazon Prime Video, no sólo examina las fronteras borrosas del consentimiento en una relación con una diferencia de edad significativa, sino que también cuestiona cómo se representan estos asuntos en el cine, impulsando un debate sobre la responsabilidad de los medios de comunicación en la representación de relaciones éticamente ambiguas.