Beetlejuice Beetlejuice ha llegado a los cines del mundo, después de una eterna espera que duró nada más y nada menos que 36 años, pero solo le ha bastado una semana para perfilarse como uno de los estrenos más taquilleros del año. Por décadas este proyecto estuvo en desarrollo, pero múltiples problemas en la preproducción hicieron que nunca pudiera obtener luz verde… hasta ahora.
De hecho, en una entrevista reciente Winona Ryder habló sobre la enorme cantidad de años transcurridos entre la primera y la segunda entrega, bromeando que solo estaban esperando a que Jenna Ortega naciera, ya que nadie más podría dar vida a su personaje. Asimismo, cabe destacar que la incorporación de Jenna a esta franquicia fue una estrategia brillante, pues ha servido para atraer a nuevas audiencias juveniles; primordialmente fans de Merlina.
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La joven actriz de ascendencia mexicana se dio a conocer, a nivel mundial, gracias a su papel protagónico en la serie spin-off de Los Locos Addams, siendo esta su primera colaboración al lado de Tim Burton. Tras haber hecho una conexión inmediata, Burton no dudó en ofrecerle el personaje de Astrid Deetz a Jenna, creando así una dupla que seguramente nos seguirá entregando más series y películas en conjunto, en un futuro.
Pero, ¿cómo fue para Jenna Ortega la experiencia de trabajar por primera vez con el también director de Batman y Frankenweenie, en Merlina, y luego volver a colaborar con él en Beetlejuice 2, después de un par de años? Contrario a lo que muchas personas podrían llegar a pensar, fueron experiencias totalmente distintas entre sí, y Jenna tiene una explicación para ello:
“Tim es un hombre muy introvertido y cuando hicimos Merlina, apenas nos estábamos conociendo”, compartió Ortega, en entrevista para BuzzFeed. “En Beetlejuice, Tim pudo volver a trabajar con muchos de sus viejos amigos, y estaba revisitando un set y un personaje muy querido para él, por lo que se sentía más “juguetón” y eso nos sirvió mucho para fortalecer nuestra relación laboral. Estuvo bailando, cantando y aplaudiendo entre tomas, por lo que fue un rodaje muy alegre”, concluyó la joven actriz de 21 años.
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