Angelina Jolie ha sido una de las figuras más destacadas de Hollywood durante las últimas décadas. Conocida tanto por su talento actoral en películas como Tomb Raider, Sr. y Sra. Smith y Maléfica, como por su labor humanitaria, Jolie ha consolidado una carrera que trasciende la pantalla grande. Sin embargo, su inquietud artística la llevó a explorar el mundo de la dirección cinematográfica, un terreno en el que ha buscado expresar su visión sobre temas profundos y complejos, como el sufrimiento humano y la resistencia ante la adversidad.
Tras su debut como directora en En tierra de sangre y miel, Jolie se aventuró en la realización de su segundo largometraje, Inquebrantable. Esta película, que recientemente ha ganado popularidad en Netflix, narra la vida del atleta olímpico y héroe de guerra Louis Zamperini, quien sobrevivió a semanas en alta mar y a años de tortura en un campo de prisioneros japonés durante la Segunda Guerra Mundial. La obra, que mezcla el drama bélico con la superación personal, ha capturado la atención de nuevas audiencias, a pesar de las controversias que la rodearon en su lanzamiento inicial.
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‘Inquebrantable’: La historia real que desafió a Angelina Jolie y dividió opiniones en Japón
Inquebrantable sigue la historia real de Zamperini (interpretado por Jack O'Connell), un joven corredor olímpico cuya vida toma un giro dramático al enrolarse en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Después de que su avión se estrella en el Pacífico, él y otros dos sobrevivientes luchan por 47 días en alta mar, solo para ser capturados por el ejército japonés. Durante los siguientes dos años, Zamperini enfrenta torturas brutales a manos de un sádico guardia, Mutsuhiro Watanabe (Miyavi), conocido como "El Pájaro".
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Sin embargo, el estreno de Inquebrantable en 2014 no estuvo exento de críticas, especialmente en Japón, donde la película fue tildada de racista. Grupos nacionalistas argumentaron que el filme ofrecía una representación injusta y estereotipada de los soldados japoneses, perpetuando imágenes negativas que han sido alimentadas por décadas en Occidente. La ausencia de personajes japoneses con matices o humanidad exacerbó estas quejas, provocando protestas y llamados a boicotear la película en territorio nipón.
Parte de la controversia se centró en la figura del antagonista, Mutsuhiro Watanabe, un guardia japonés descrito como sádico y cruel. La crítica se intensificó debido a la representación unidimensional de los personajes japoneses, quienes son mostrados únicamente como torturadores despiadados, sin ninguna exploración de su contexto o motivaciones. Esto contrastó con el énfasis de la película en la fuerza y nobleza de Zamperini, lo cual fue interpretado por algunos como una narrativa que simplifica los horrores de la guerra bajo una óptica exclusivamente occidental.
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En cuanto a la recepción crítica de la película, Inquebrantable fue elogiada por su impecable factura técnica, con una cinematografía sobresaliente a cargo de Roger Deakins y una banda sonora conmovedora compuesta por Alexandre Desplat. Sin embargo, las opiniones estuvieron divididas en cuanto a su contenido. Aunque la película logra capturar la épica lucha física de Zamperini, se criticó la falta de profundidad en la exploración psicológica del personaje, así como la insistencia en una narrativa inspiradora que, para algunos, rayó en lo simplista y predecible.
