El estreno de Parpadea dos veces ha generado una gran expectación, sobre todo después de que en las últimas semanas hemos visto en cartelera otros tres proyectos recientes de Channing Tatum. En primer lugar, La otra cara de la luna con Scarlett Johansson; luego llegó la esperada Deadpool 3, donde tiene un cameo junto a Ryan Reynolds y Hugh Jackman; y ahora, con Parpadea dos veces, las salas de Cinépolis y Cinemex presentan un thriller psicológico que promete explorar nuevas facetas del actor bajo la dirección de Zoë Kravitz.
Parpadea dos veces narra la historia de Frida, una mesera interpretada por Naomi Ackie, quien es invitada por Slater King (Tatum), un millonario caído en desgracia, a una isla privada junto a un grupo de amigos. Lo que inicia como una escapada de lujo pronto se convierte en una pesadilla cuando las mujeres comienzan a sufrir desmayos inexplicables y lesiones misteriosas. A medida que la tensión crece, el personaje de Tatum revela un lado oscuro y peligroso, consolidando la película como un punto cumbre en su carrera reciente.
La peor película en la trayectoria de Channing Tatum
Sin embargo, a lo largo de su carrera, Channing Tatum ha tenido altibajos. Conocido por su habilidad para combinar comedia y drama, el actor ha protagonizado éxitos como Step Up, Magic Mike y las películas de Jump Street. No obstante, no todas sus experiencias han sido positivas. En una entrevista en 2016 con Howard Stern, Tatum reveló su desdén por una de sus películas: G.I. Joe: The Rise of Cobra, un proyecto del que confesó haberse arrepentido profundamente.
Según Tatum, fue prácticamente obligado a participar en G.I. Joe debido a un contrato de tres películas que había firmado después de su participación en Coach Carter. "Odio esa película", dijo tajantemente durante la entrevista, explicando que no tuvo otra opción más que aceptar el papel bajo la amenaza de ser demandado si se negaba. A pesar de su entusiasmo inicial por formar parte de una producción de gran presupuesto, Tatum señaló que el guión era pésimo y que no se sentía cómodo interpretando a Duke..
El actor también mencionó que, como fan de los dibujos animados originales de G.I. Joe, él prefería interpretar a Snake Eyes en lugar del personaje principal (papel que fue interpretado por Leo Howard, en su versión más joven, y Ray Park). A pesar de sus reservas, Tatum aceptó el papel, pero nunca pudo sentirse conectado con la película ni con la visión que los productores y el director Stephen Sommers pretendieron imprimir.
Aunque la experiencia no fue la mejor, Tatum reconoció que la película le permitió convivir con queridos colegas como Dennis Quaid, Joseph Gordon-Levitt, Sienna Miller y Christopher Eccleston. Además, el filme le abrió puertas en Hollywood, lo que eventualmente le permitió protagonizar proyectos más interesantes como Efectos secundarios de Steven Soderbergh, Foxcatcher de Bennett Miller y ¡Salve, César! de los hermanos Ethan Coen y Joel Coen.