Este fin de semana llega a las salas de Cinépolis y Cinemex la nueva versión de El cuervo, protagonizada por Bill Skarsgård y dirigida por Rupert Sanders. Esta película marca un nuevo intento por adaptar el icónico cómic de James O'Barr, que ya tuvo una versión cinematográfica en 1994. En esta ocasión, Skarsgård asume el papel de Eric Draven, mientras que FKA Twigs interpreta a su prometida, Shelley. La expectativa es alta, especialmente porque la película original se ha convertido en un clásico de culto, en parte por su atmósfera gótica, pero también por las tragedias que la rodearon.
‘El cuervo’ regresa con Bill Skarsgård: ¿Podrá escapar del legado maldito de la película de 1994?
La película original de El cuervo, dirigida por Alex Proyas en 1994, se basa en la historia de Eric Draven, un músico que es asesinado junto a su prometida y resucita para vengarse de quienes los mataron. Brandon Lee, hijo de la leyenda de las artes marciales Bruce Lee, protagonizó la cinta, logrando una actuación memorable que elevó el filme a un estatus de culto. Sin embargo, la producción quedó marcada para siempre por la trágica muerte de Lee en el set, cuando un arma de utilería defectuosa le disparó accidentalmente, quitándole la vida a solo una semana de finalizar el rodaje.
La muerte de Brandon Lee no solo fue un golpe devastador para la producción, sino que también alimentó rumores de una maldición relacionada con la familia Lee. Su padre, Bruce Lee, había fallecido veinte años antes en circunstancias misteriosas, lo que llevó a muchos a especular sobre una maldición familiar que también afectó a la película. Durante el rodaje, la producción estuvo plagada de accidentes y contratiempos, incluyendo lesiones de miembros del equipo y daños a los sets. Estas coincidencias alimentaron la idea de que la película estaba maldita.
La tragedia en torno a El cuervo no se limita solo a la muerte de Lee. Michael Massee, el actor que disparó accidentalmente el arma, quedó profundamente traumatizado por el incidente y se tomó un año de descanso antes de volver a actuar. En entrevistas posteriores, Massee confesó que nunca pudo superar por completo lo ocurrido y que jamás vio la película terminada. El director Alex Proyas también se mostró reacio a apoyar cualquier intento de rehacer la película, sugiriendo que sería una falta de respeto hacia la memoria de Lee y su emblemática interpretación.
El origen de la historia también tiene sus raíces en la tragedia. James O'Barr creó el cómic original como una forma de lidiar con el dolor tras la muerte de su prometida en un accidente causado por un conductor ebrio. El cómic, publicado en 1989, es oscuro, melancólico y profundamente personal, reflejando el luto y la ira que O'Barr sentía en ese momento. A lo largo de los años, El cuervo se ha convertido en un símbolo de catarsis y resiliencia, con su atmósfera sombría resonando en aquellos que han experimentado pérdidas similares.
Brandon Lee fue crucial para que la adaptación cinematográfica se mantuviera fiel al cómic. Según O'Barr, Lee era un gran admirador de la obra original y podía recitar líneas completas de memoria. Su compromiso con el personaje ayudó a corregir el guion, que en un principio se alejaba mucho del material original. Tras la muerte de Lee, se realizaron múltiples reescrituras para ajustar la historia, incluyendo la adición de la narración de Sarah, una amiga de Eric y Shelley.
A pesar de los desafíos, la película se completó utilizando efectos especiales y un doble de cuerpo para las escenas que Lee no pudo filmar. Algunas secuencias, como las del personaje Skull Cowboy, fueron eliminadas por completo. A pesar de estos cambios, El cuervo logró mantener su esencia y se consolidó como una pieza fundamental del cine gótico de los 90, gracias a su mezcla de tragedia, venganza y un estilo visual único.