Alien: Romulus, la nueva entrega de la icónica saga de ciencia ficción y terror, se sitúa cronológicamente entre los eventos de Alien, el octavo pasajero (1979) de Ridley Scott y Aliens (1986) de James Cameron, y sigue a un grupo de jóvenes colonos que intentan escapar de su desesperada situación mediante un arriesgado robo en una estación espacial abandonada. Sin embargo, lo que encuentran a bordo revela uno de los secretos más oscuros de la Corporación Weyland-Yutani.
Uno de los momentos más emocionantes de la nueva película, que ya se encuentra en la cartelera de Cinépolis y Cinemex, es cuando los fanáticos pueden notar una conexión directa con la película original a través de un personaje clave: Rook, un androide que guarda más secretos de los que aparenta. Este personaje destaca por su sorprendente semejanza con Ash, el siniestro androide interpretado por Ian Holm en la película original.
El androide que conecta ‘Alien: Romulus’ con el clásico de Ridley Scott y su oscuro legado
Esta semejanza no es casualidad, ya que ambos personajes comparten un vínculo esencial: están conectados al mismo sistema central, conocido como Mother, lo que les otorga el mismo conocimiento y prioridades. Según explicó Alvarez, en entrevista para Entertainment Weekly, aunque Rook posee una personalidad distinta a la de Ash, su conciencia está moldeada por la misma inteligencia artificial que operaba en la Nostromo.
En la película original de 1979, Ash se revela como un agente implacable de la Corporación Weyland-Yutani, dispuesto a sacrificar a la tripulación con tal de preservar el xenomorfo para su explotación comercial. Esta representación de un androide leal a los intereses corporativos se ha convertido en un elemento recurrente en la saga, explorando diferentes versiones de inteligencia sintética que oscilan entre la frialdad calculadora y la peligrosa autonomía. Rook continúa esta tradición, pero con un matiz renovado que lo diferencia de sus predecesores.
El universo de Alien ha explorado múltiples enfoques sobre los androides, desde figuras amenazantes como David, interpretado por Michael Fassbender en las precuelas, hasta personajes más empáticos como Bishop (Lance Henriksen) en Alien. Mientras que androides como Ash y David representan lo peor de la manipulación corporativa y el peligro de la inteligencia artificial, personajes como Andy (David Jonsson), otro androide presente en Alien: Romulus, luchan contra los protocolos de Weyland-Yutani para proteger a sus aliados humanos. Rook, por su parte, se sitúa en un punto intermedio, siendo un reflejo de la amenaza latente que siempre ha estado presente en la franquicia.
La inclusión de Rook no solo añade un componente nostálgico para los fans de la saga original, sino que también enfatiza la persistente influencia de Weyland-Yutani como la verdadera villana de la franquicia. Esta corporación, siempre movida por la ambición desmedida, ha utilizado a lo largo de las películas tanto a humanos como a androides para alcanzar sus fines sin importar el costo. Rook es una personificación más de esta amenaza corporativa, siempre al acecho y dispuesta a explotar cualquier oportunidad, incluso si eso significa poner en peligro la vida de los protagonistas.