Aunque la fama y el glamour de ser una celebridad pueden aportar una buena dosis de diversión a la vida de estas personas, la profesión también puede ser problemática, especialmente para quienes actúan en el género de películas de acción. Esto es algo que Winona Ryder descubrió en 1997, cuando trabajó en Alien Resurrection, dirigida por Jean-Pierre Jeunet.
Junto a Sigourney Weaver y Ron Perlman, Ryder protagonizó la cuarta entrega de la icónica franquicia de ciencia ficción y terror que Ridley Scott inauguró en 1979 con Alien, el octavo pasajero, y aunque la película en su conjunto tuvo una recepción crítica mediocre, fue un momento crucial en la vida de Ryder, ya que tuvo que superar la ansiedad y el trauma arraigados en su infancia.
La película se alejó un poco de los tres filmes anteriores de Alien, ya que mostraba a una Ellen Ripley resucitada a bordo de una nave espacial llena de híbridos de extraterrestres y humanos genéticamente modificados. En un momento dado, el personaje de Ryder, Annalee Call, se enfrenta a un abismo submarino del que debe escapar, sin duda uno de los momentos más tensos de la película.
La angustiante experiencia de Winona Ryder en 'Alien Resurrection'
Mientras los supervivientes del barco se abren paso a través del USM Auriga, que se encuentra a la deriva, Call se ve sumida en el terror cuando el barco empieza a inundarse, y el miedo en los ojos de Ryder es insoportable y, lo que es más importante, auténtico. La verdad es que la también actriz de Beetlejuice y Stranger Things casi se ahoga cuando tenía tan solo 12 años, y filmar la escena de Alien Resurrection le recordó esa traumática experiencia.
Naturalmente, Ryder había estado ansiosa por tener que nadar bajo el agua cuando probablemente todavía estaba traumatizada por su experiencia de la infancia, pero decidió aprovechar la oportunidad no solo para superar su miedo, sino para usarlo como parte de su actuación. La tensión presente en la escena es real de una forma u otra, y la actuación de Ryder es especialmente hipnótica.
Las cosas en el set quizás empeoraron un poco cuando Ron Perlman casi se ahoga en la misma escena después de golpearse la cabeza contra un aspersor y caer inconsciente antes de ser salvado por un equipo de rescate, pero aún así, Ryder enfrentó su miedo de frente. Todos los actores habían recibido 15 sesiones de entrenamiento bajo el agua antes de llegar al set y otras dos semanas de entrenamiento antes de que comenzara la producción para garantizar su seguridad.
Alien Resurrection está lejos de ser la mejor película de la icónica franquicia, pero la escena submarina sigue siendo un momento crucial en la vida de Winona Ryder. Es, sin duda, una de las partes más tensas de la película de terror de ciencia ficción de 1997, y tiene un significado más profundo del que uno podría percibir en un principio en el corazón de una de sus estrellas.