En un ya lejano año 1986, en todos los cines estadounidenses en los que se proyectaba la recién estrenada Top Gun, protagonizada por Tom Cruise, fueron instaladas casetas del ejército, incitando a niños y jóvenes para poder iniciar una carrera con ellos. La campaña fue todo un éxito, siendo reclutados una gran cantidad de chicos, inspirados por lo que acababan de ver en pantalla grande.
Casi 40 años después, definitivamente los tiempos han cambiado y la mentalidad de la sociedad ya es muy distinta. Hoy en día, los jóvenes ya no tienen ningún tipo de interés por formar parte del ejército, pues lo ven como algo anticuado, o incluso innecesario. En pocas palabras, la generación Z ya no se deja influenciar con tanta facilidad.
José Cárdenas
Debido a ello, el ejército de los Estados Unidos se ha visto en la necesidad de implementar nuevas técnicas para llamar la atención de los jóvenes y así poder unirlos a sus filas. Una de esas estrategias fue contactar a Dwayne Johnson, ofreciéndole 11 millones de dólares para una interesante campaña de marketing. Johnson, además de ser actor y luchador, también es uno de los dueños de la UFL (la liga alternativa a la NFL), y es justo aquí donde el ejército puso sus ojos.
El plan consistiría en anunciarse en los jerseys y los estadios de la UFL, pero por desgracia para ellos, los primeros documentos internos sugerían que sólo conseguirían entre 160 y 890 nuevos reclutas. No, estos no son números de cientos o miles. Eso es todo. Para mala suerte del ejército, la situación solo fue empeorando con el paso de los días, pues para colmo, la UFL arrancó con el pie izquierdo sus transmisiones, teniendo un muy mal comienzo en los ratings.
SEScoops
Por si esto no fuera poco, el protagonista de Black Adam y Rampage tampoco cumplió con su parte del trato, pues el actor se comprometió a difundir en sus redes sociales cinco publicaciones relacionadas al ejército y mensajes de apoyo a los militares, pero únicamente publicó dos, dándole un mayor enfoque y atención a su marca personal de tequila. Esta fallida estrategia no solo provocó que ningún joven se interesara en unirse al ejército, sino que incluso hasta generó que se dieran de baja 38 chicos.
El ejército estadounidense no ha logrado adaptarse a los hábitos de la generación Z y continúa invirtiendo dinero en publicidad por televisión por cable, cosa que muchos jóvenes ven como cosa del pasado. Y, cuando se anuncian en estos canales, los militares dan la misma impresión de estar desactualizados. Ahora los militares quieren recuperar parte del dinero que gastaron en la liga de futbol americano de Dwayne Johnson, pero nadie sabe con certeza cómo se justificará, lo que empeora aún más el desastre financiero.
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