Netflix es conocido por su vasta colección de thrillers que mantienen a la audiencia al borde de sus asientos. Entre los títulos más agobiantes se encuentran El hoyo, una perturbadora película española que explora la desesperación humana en un sistema distópico, y Gerald’s Game, un inquietante relato de supervivencia de Mike Flanagan basado en la novela de Stephen King. Sin embargo, hay una película mexicana que, aunque pasó desapercibida en su estreno, ha resurgido como uno de los títulos más vistos en la plataforma.
La película mexicana que resurgió en Netflix: un thriller que no puedes perderte
Perdida sigue la historia de Eric (José María de Tavira) y Carolina (Paulina Dávila), una pareja que se muda de Bogotá a la Ciudad de México después de que Eric acepta un puesto como director invitado de la Filarmónica. Carolina, una arquitecta exitosa, inicialmente duda en dejar su vida en Colombia, pero finalmente acepta bajo la condición de que solo estarán en México por un año. La casa en la que se instalan es una imponente mansión con un pasado oscuro y secretos ocultos que se convierten en el epicentro de la trama.
La casa, con su impresionante arquitectura y un piano Steinway & Sons en la sala, parece ser el hogar perfecto para empezar de nuevo. Sin embargo, las cosas toman un giro inquietante cuando Carolina descubre un búnker secreto en la casa, accesible solo a través de un espejo en la recámara principal. Este descubrimiento se convierte en un elemento crucial en la historia, ya que Carolina decide esconderse allí después de sospechar que Eric la engaña con una violinista de la orquesta.
Encerrada en el búnker y sin posibilidad de salir, Carolina es testigo de cómo su esposo, creyéndola desaparecida, rápidamente la reemplaza con Fabiana (Cristina Rodlo), una mesera a la que conoce en un bar. Desde su escondite, Carolina observa impotente cómo su vida se desmorona y cómo su esposo continúa con su vida sin ella. La desesperación de Carolina crece al darse cuenta de que su plan para espiar a Eric se ha convertido en su propia prisión.
Lo que sigue es una lucha psicológica donde Carolina intenta comunicarse con Fabiana desde el búnker, con la esperanza de ser rescatada. La tensión aumenta cuando Fabiana comienza a sospechar que la casa oculta algo más, pero también debe decidir si está dispuesta a sacrificar su nueva vida por liberar a la mujer a la que ha reemplazado. El guión de Perdida maneja con maestría los giros de la trama, llevando al espectador por un camino de incertidumbre y angustia.
En definitiva, Perdida es un thriller que juega con las emociones del espectador, utilizando el confinamiento y la traición como catalizadores de la tensión. Las actuaciones de Paulina Dávila y Cristina Rodlo son destacables, aportando profundidad a un guión que, aunque comienza de manera lenta, se desarrolla con fuerza y culmina en un clímax impactante. Con esta película, el director Jorge Michel Grau demuestra que en México también se pueden hacer thrillers de calidad, capaces de competir en el escenario internacional.