Si alguien sabe sobre películas de terror, ese es Quentin Tarantino. Aunque el director de Pulp Fiction, Kill Bill y Bastardos sin gloria domina casi todos los géneros cinematográficos, ha demostrado una admiración por el cine de terror que pocos de sus contemporáneos comparten. Entre sus películas preferidas se encuentran los perturbadores relatos de Takashi Miike, John Carpenter, Tobe Hooper y William Friedkin.
La película de Disney que dejó a Quentin Tarantino traumatizado en su infancia
Aunque Tarantino nunca ha dirigido una película de terror propiamente dicha, muchos de sus filmes incorporan elementos y tropos del género, reflejando su profunda afición. Curiosamente, la película que más “horrorizó” a Tarantino no es una de terror en absoluto, sino una querida película animada de Disney. A pesar de haber visto algunas de las obras cinematográficas más impactantes de todos los tiempos, fue Bambi de 1942 la que dejó la huella más profunda en el director.
En su libro Cinema Speculation, Tarantino relata cómo la escena de Bambi en la que el protagonista pierde a su madre, quien es asesinada por un cazador, lo afectó profundamente. “Bambi perdiéndose de su madre, su asesinato a manos del cazador, y ese aterrador incendio forestal me perturbaron como nada más que hubiera visto en el cine”, confesó Tarantino. De hecho, no fue hasta que vio la película de Wes Craven de 1972, The Last House on the Left, que algo se acercó al impacto que Bambi le causó.
Tarantino admitió que las escenas de Bambi han estado “jodiendo a los niños durante décadas”. Aun así, el director de Perros de reserva y Jackie Brown quiso explicar exactamente por qué la película de Disney lo afectó “tan dramáticamente”. Comenzó señalando que el hecho de que Bambi vea morir a su madre “golpea a todos los niños en el lugar donde viven”.
Sin embargo, profundizando más, Tarantino explicó que fue el giro repentino hacia la tragedia lo que hace que esas escenas de Bambi sean tan desgarradoras. “Los anuncios de televisión realmente no enfatizaron la verdadera naturaleza de la película”, dijo. “En cambio, se concentraron en las adorables travesuras de Bambi y Tambor. Nada me preparó para el desgarrador giro de los acontecimientos que vendrían”.
Cuando Tarantino finalmente presenció la traumática escena de Bambi, recordó que su mente infantil gritó “¿Qué demonios está pasando?”. Si el resto de la película hubiera tenido un tono ligeramente violento, quizás el joven Tarantino habría estado preparado para la devastadora escena en la que Bambi pierde a su madre. Sin embargo, el contraste con la primera mitad de la película, llena de momentos alegres y juguetones, hizo que el impacto fuera aún mayor. Bambi es, sin duda, una de esas películas que introduce a los niños al concepto de la muerte por primera vez.