Dentro del lado oscuro del cine y de extrañas parafilias como el gore, existe una película que no es solo una de las más perturbadoras de la historia del cine, sino también una de las más controvertidas por los eventos que rodearon su producción y lanzamiento. Además, esta última obra del director italiano Pier Paolo Pasolini, basada en la novela del Marqués de Sade, sigue causando impacto y debate desde su estreno en 1975.
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La realización de esta película fue un desafío monumental. Desde el inicio, Pasolini concibió Salo como una crítica radical a la deshumanización bajo los regímenes totalitarios, utilizando imágenes de una brutalidad extrema para representar la degradación moral que permite el fascismo. Las escenas de violencia sexual, sadomasoquismo y humillación fueron tan crudas que algunos actores sufrieron lesiones físicas, incluyendo quemaduras y abrasiones, y otros experimentaron un impacto psicológico duradero.
En un intento por mitigar la tensión en el set, los jóvenes actores solían distraerse jugando al fútbol y compartiendo comidas con el equipo de Novecento, la película que Bernardo Bertolucci estaba rodando simultáneamente en una localización cercana.
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Uno de los momentos más dramáticos del rodaje ocurrió cuando una parte del metraje original fue robada, y a pesar de que nunca se identificó a los responsables, los ladrones exigieron un rescate, que Pasolini se negó rotundamente a pagar. Tras negarse, el director tuvo que volver a filmar las escenas robadas, utilizando diferentes actores y ángulos para disimular las diferencias, lo que añadió un nivel adicional de complejidad a una producción ya de por sí difícil. Este incidente también alimentó la especulación sobre las múltiples amenazas que Pasolini enfrentaba, tanto por su orientación sexual como por sus declaraciones políticas.
El estreno de 120 días de Sodoma fue tan controversial como su realización. En Italia, el lanzamiento de la película fue retrasado debido a la fuerte oposición que generó entre las autoridades y sectores conservadores. Finalmente, la película se estrenó a finales de 1975, pero fue censurada en numerosos países debido a sus escenas gráficas de tortura, violación y asesinato.
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En lugares como Australia, Nueva Zelanda, Canadá y el Reino Unido, la película fue prohibida durante años y solo versiones severamente editadas lograron ser distribuidas. Aunque eventualmente se permitieron proyecciones de la versión completa, el debate sobre su contenido siguió siendo feroz. Luego la controversia alcanzó su punto álgido tres semanas antes del estreno de la película, con el brutal asesinato de Pier Paolo Pasolini.
El director fue hallado muerto en circunstancias espeluznantes: su cuerpo presentaba múltiples fracturas, los testículos destrozados y signos de haber sido atropellado repetidamente por su propio coche. Su cadáver también mostraba quemaduras parciales y este crimen horrendo conmocionó a Italia generando una ola de especulaciones. Algunos sugirieron que la mafia podría haber estado involucrada, intentando silenciar a Pasolini debido a su sexualidad, sus ideas comunistas, o incluso para impedir el estreno de 120 días de Sodoma.
