Tan sólo unas semanas después de participar en Deadpool 3 junto a Hugh Jackman y Ryan Reynolds, quien además es su esposo, Blake Lively vuelve a las salas de cine para presentar la adaptación cinematográfica de la popular novela de Colleen Hoover, Romper el círculo. La historia no sólo muestra una historia de amor, sino que también proyecta un sinfín de emociones, además de abordar la violencia doméstica.
Romper el círculo narra la historia de Lily Bloom, una joven que llega a Boston con el sueño de abrir su propio negocio e inesperadamente conoce a Ryle Kincaid (Justin Baldoni), un encantador neurocirujano con el que inicia un romance intenso, pero quien pronto comienza a recordarle la problemática relación de sus padres. A lo largo de la película vemos a dicho personaje ejercer violencia sobre Lily, pero ninguno de los actores disfrutó rodar esas escenas.
Durante una entrevista con The Hollywood Reporter en la premiere de la cinta, fue Justin Baldoni quien compartió que fue muy complejo transformarse en ese personaje durante el rodaje: “Todas las escenas que mostraron violencia de género, fueron muy difíciles para mí. Casi tenía que salirme de mi cuerpo, incluso pensar en ello es difícil. Hubo ocasiones en las que tenía que encerrarme en un cuarto y llorar o tratar de sacarme esa energía del cuerpo porque era muy real”, comentó el también actor de Jane the Virgin.
Hay muchas personas que son las Lily Bloom del mundo real, que tienen que lidiar con eso todos los días, y quería que fuera tan real como fuera posible, pero fue muy complejo filmar esas escenas
Sony
A pesar de que pasó un mal rato llevando dicha violencia frente a las cámaras, Baldoni reveló que contó con el apoyo del equipo de producción y la actriz de Gossip Girl para hacer la experiencia más ligera. “Tuve un increíble coordinador de intimidad, un increíble coordinador de stunts, y las dos eran mujeres; además estaba Blake, y realmente esas tres mujeres fueron quienes coordinaron y exploraron todas esas escenas”, aseguró.
El intérprete de Ryle agregó que era importante para él dejar la narrativa en control de las mujeres, pues era esencial no perder la mirada femenina al mostrar la historia en el cine: “No quería intervenir en el female gaze de esa representación; así que sólo retrocedí y me permití sentir las escenas y deshacerme de ellas lo mejor que pude”. Romper el círculo ya está disponible en cines de Latinoamérica.
