Con la llegada del nuevo milenio también llegó una película revolucionaría que sentó las bases para una nueva forma de hacer cine en nuestro país. Fue en junio del año 2000 cuando Amores perros se estrenó en la gran pantalla, siendo este el debut como director del futuro ganador del Oscar, Alejandro González Iñárritu.
Amores perros fue una producción completamente innovadora por la estructura narrativa que empleó, producto de un excelso guion escrito por Guillermo Arriaga. Esta cinta, protagonizada por Gael García Bernal, Goya Toledo y Emilio Echevarría, sin duda catapultó el cine mexicano hacia un nivel nunca antes visto, obteniendo la nominación al Oscar por Mejor película internacional y de paso haciéndose acreedora de 11 premios Ariel.
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El argumento de Amores perros se divide en tres sub-historias cuyos grupos de personajes nunca se conocen; sin embargo, sus etapas más importantes, que mantienen una trágica conexión, coinciden e inician a partir de un accidente automovilístico. A lo largo de la película seremos testigos del amorío prohibido entre Octavio y su cuñada Susana, el ascenso y declive de la relación entre Daniel y Valeria, y el camino hacia la redención de Martín “El Chivo” tras haber abandonado a su familia años atrás.
Si alguna vez has llegado a ver Amores perros, seguramente te has llegado a preguntar en dónde fue que se filmó dicho accidente automovilístico que da pie al desarrollo de las tres historias del filme. Puede que muchas veces hayas pasado por esa zona, ya sea a pie o en carro, sin siquiera imaginar que estabas atravesando un lugar emblemático para la historia del cine mexicano.
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La mítica secuencia fue grabada en el cruce entre calles ubicado en Juan Escutia y Atlixco de la Colonia Condesa, Ciudad de México. Hace 25 años, cuando se filmó el largometraje, en la esquina de ese crucero se encontraba una carnicería, que incluso se puede ver por unos segundos durante la escena. Hoy en día ese establecimiento ya no existe más, siendo ahora ese espacio ocupado por una taquería.
Como dato curioso, justo en esa esquina se encuentra colocada una placa de metal, indicando que ahí se llevó a cabo la filmación de Amores perros. Sin duda, para muchos cinéfilos este puede ser un auténtico sitio de interés para visitar. A final de cuentas, se trata de una de las mejores películas mexicanas de todos los tiempos, de acuerdo con varios listados y artículos publicados por críticos y especialistas en cine de nuestro país.
X / Rubén Beltrán G.
