Escrito e ilustrado por el recientemente fallecido Akira Toriyama, Dragon Ball es uno de los mangas más queridos de todos los tiempos. Fue publicado en la revista Shōnen Jump, de la editorial japonesa Shūeisha, entre 1984 y 1995, convirtiéndose en un rotundo éxito en su país de origen.
Este éxito no tardó en traducirse en algo mucho más grande, pues tan sólo dos años después Dragon Ball dio su salto a la pantalla chica en formato de anime, dando pie a un auténtico fenómeno mundial. En la actualidad, las aventuras animadas de Goku y sus amigos se siguen manteniendo vigentes a lo largo y ancho del planeta, teniendo sobre todo un muy fuerte impacto en Latinoamérica.
Sin embargo, a pesar de que todos los personajes de esta franquicia son muy queridos por el público, sin importar si son héroes o villanos, la realidad es que su creador, Akira Toriyama, nunca fue muy fan de un personaje en particular (y por un motivo muy en concreto).
Cell es uno de los más grandes y poderosos antagonistas de Dragon Ball, en parte por su diseño amenazante e imponente, siendo justo esa la razón por la que Toriyama jamás disfrutó dibujarlo. De acuerdo con declaraciones que llegó a dar tiempo atrás, ilustrar a Cell siempre fue una tarea muy compleja de realizar, sobre todo porque sus transformaciones principales eran muy difíciles de animar.
Una característica muy concreta de Cell es su cuerpo cubierto de manchas, todas de diferentes formas y tamaños. Según llegó a relatar Akira, este aspecto era sumamente problemático para el equipo de animación, ya que darle movimiento a las manchas se terminaba convirtiendo en una auténtica pesadilla. A pesar de todo esto, Cell siempre se mantuvo como un antagonista principal gracias al entusiasmo de los fans.