Desde el terror de la naturaleza en Tiburón hasta el espléndido musical Amor sin barreras (disponible en Disney+), pasando por las pinceladas autobiográficas de Los Fabelman, Steven Spielberg ha sido un nombre conocido en casi todos los hogares durante medio siglo, ya que comenzó a dirigir largometrajes cuando aún estaba en sus veintes y no ha disminuido su ritmo desde entonces.
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Sus primeros trabajos fueron en televisión, dirigiendo tanto películas para TV como episodios de series, pero fueron sus largometrajes como Jurassic Park, Indiana Jones y La lista de Schindler los que lo convirtieron en uno de los directores estadounidenses más reconocidos de todos los tiempos. Su filmografía se caracteriza tanto por la calidad como por la cantidad: ha tenido muy pocos fracasos en términos de calidad y, en cuanto a cantidad, ha lanzado una película casi cada año o dos desde 1974.
Su nombre está especialmente asociado a la ciencia ficción, debido a su habilidad para mezclar la emoción humana con conceptos futuristas y extraterrestres, invitando a la audiencia a reflexionar sobre las implicaciones de la ciencia y la tecnología. Después de todo, es responsable de títulos inolvidables como E.T. el extraterrestre, A.I. Inteligencia artificial, La guerra de los mundos y otra película del género que muchos ni siquiera saben que existe.
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Spielberg comenzó su camino en la ciencia ficción hace 60 años
Spielberg fue un apasionado del cine desde muy joven y produjo muchas películas caseras en su juventud. De todas ellas, la más ambiciosa fue Firelight, una película de ciencia ficción de 140 minutos realizada con apenas 500 dólares invertidos por su padre. El propio director de Salvando al soldado Ryan compuso la banda sonora, se encargó del montaje y la fotografía, escribió el guión y, obviamente, dirigió. Incluso, su hermana Nancy fue una de las protagonistas.
La historia de Firelight se desarrolla en un pueblo ficticio de Arizona llamado Freeport, donde un grupo de científicos observa extrañas luces en el cielo antes de que ocurran una serie de misteriosas desapariciones. Detrás de todo esto hay tres extraterrestres que quieren secuestrar a toda la ciudad para crear un zoológico humano en su planeta natal.
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La película se estrenó el 24 de marzo de 1964 en una sola sala. 500 personas fueron a verla, pero una de ellas pagó el doble, por lo que la película terminó generando un beneficio de 1 dólar, ya que nunca más se mostró públicamente. Poco después, Spielberg se dirigió a Hollywood en busca de su gran oportunidad. Allí, entregó los carretes de Firelight a un productor para que pudiera probar sus habilidades detrás de la cámara.
Lamentablemente, la productora quebró una semana después y Spielberg nunca pudo recuperar el material. En 1999, en Inside the Actors Studio, Steven destacó que sin Firelight, una de sus mejores películas no existiría: “Firelight fue la chispa que encendió Encuentros cercanos del tercer tipo, sin lugar a dudas”.