Netflix se convirtió en el gigante del streaming y cada semana presenta a sus usuarios nuevas películas o series, aunque principalmente es reconocido por traer producciones como Stranger Things, El juego del calamar, Merlina y Better Call Saul. Mientras que en la actualidad la plataforma se distingue por tener un sinfín de contenidos, hace una década se catalogó como un fuerte contendiente al mostrar producciones originales que sobresalían en las ceremonias de premios y entre las audiencias.
Una de ellas era Orange is the New Black y BoJack Horseman, títulos que estrenaron en 2013 y 2014, y ayudaron a posicionar a Netflix como una gran casa productora. A la par de ellas, estrenó una serie con un elenco de primera, cuya historia dramática también fungía como un retrato de la política estadounidense de la época. En aquel entonces era una producción reconocida, pero ahora ya casi nadie la recuerda.
Creada por Beau Willimon, esta serie protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright retomó la novela de Andrew Davies publicada en 1990 en la que se narra la historia de Frank Underwood, un político demócrata de Carolina del Sur y su esposa Claire, quienes elaboran un plan para obtener poder, mientras se da un juego de manipulación, traición y pragmatismo.
House of Cards llegó a streaming hace 11 años con 13 episodios y con un total de seis temporadas, recibió 33 nominaciones a los Primetime Emmy Awards y Globos de oro, convirtiéndose en la primera serie original de un servicio de streaming con mayor número de nominaciones en los Emmy. Su permanencia llegó hasta 2018, luego del escándalo del Me Too y las acusaciones contra Kevin Spacey por acoso sexual.
Fue así que la sexta temporada se estrenó sin la participación de Spacey y teniendo a Wright como la única protagonista, retomando el legado del personaje de Frank Underwood. Michael Kelly, Kate Mara, Mahershala Ali y Rachel Brosnahan aparecieron en esta galardonada serie cuya calificación de 87 por ciento no fue suficiente para prosperar en el catálogo del tío Netflix.