Sin importar qué época del año sea, el terror siempre es una buena idea. Ya sea viendo los clásicos que nunca pasan de moda, como El exorcista, El resplandor o Psicosis, o una de las joyas modernas como El legado del diablo y Háblame, el género que causa pesadillas es uno de los más populares entre los espectadores.
Para quienes buscan una película tan aterradora que no puedan sentirse en paz, en el repertorio de Netflix se encuentra una cinta capaz de provocar un miedo tan grande que no dejará dormir a cualquiera que la vea. Una gran fotografía, efectos visuales realmente buenos, actuaciones destacadas y escenas muy sangrientas, son algunos de los elementos que dan a esta película una atmósfera misteriosa y terrorífica en todo momento.
Nadie sale con vida, segunda película estrenada en Netflix adaptada de una novela de Adam Nevill después de El ritual en 2017, es la cinta que no permitirá que el público consuele el sueño luego de haberla visto. Esta película sumerge al espectador en un universo al estilo de Stanley Kubrick, con una vibra escalofriante de inicio a fin.
Ámbar es la protagonista de Nadie sale con vida, una mujer que ha llegado a Cleveland desde México después de la muerte de su madre por cáncer. Ella es una inmigrante indocumentada que encuentra un sustento trabajando con una máquina de coser en un taller clandestino, pero sin una identificación, sus opciones para encontrar un lugar para vivir son extremadamente limitadas. Después de que debe dejar el motel donde se ha estado quedando, ve un anuncio con una habitación disponible en una casa de huéspedes.
Al llegar, conoce a Red, quien dice que acaba de comprar el lugar y está en proceso de arreglarlo. El lugar es un edificio lúgubre y las luces parecen parpadear constantemente, pero sin otras opciones, Ámbar acepta mudarse y le paga a Red el alquiler del primer mes. Mientras ella lucha por obtener una identificación falsa que la ayude a encontrar un mejor trabajo e intenta acostumbrarse a los duros inviernos de Cleveland, Ámber escucha en su habitación lo que parecen ser los sonidos inquietantes de mujeres gritando.
Pronto, la chica empieza a tener pesadillas sobre quienes la rodean, su madre y fantasmas que parecen estar en la pensión. Cuando Ámber husmea en el estudio de Red, descubre reliquias misteriosas e comienza a aprender algunas verdades inquietantes sobre los dueños del lugar. A medida que Ámbar se siente amenazada con el lugar, ella se da cuenta de que hay algo más que la está asechando.