A lo largo de su carrera, Gerard Butler ha demostrado ser un pilar confiable en el cine de acción, destacándose en franquicias como Has Fallen (que incluye Londres bajo fuego y Agente bajo fuego), Plane: Alerta extrema y más recientemente Kandahar. Desde que saltó a la fama en 2001 con su papel protagónico en la miniserie Attila, Butler ha demostrado ser un actor versátil y resiliente.
Su carrera despegó definitivamente en 2006 con la épica 300, dirigida por Zack Snyder, donde su interpretación de Leónidas no solo lo catapultó al estrellato, sino que también marcó un antes y un después en el género de acción. En esta película, Butler encarnó al rey espartano que se encarga de liderar a 300 espartanos en una épica batalla contra el ejército del rey Jerjes (Rodrigo Santoro). Su impresionante físico, la constante acción y la dimensión visual contribuyeron en gran medida al éxito inesperado del filme.
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La transformación de Gerard Butler en Leónidas, el rey espartano
Para alcanzar el físico imponente que caracterizó su papel en 300, Butler se sometió a un régimen de entrenamiento extremadamente riguroso. En una entrevista con The Hollywood Reporter, el también actor de Geotormenta y Dioses de Egipto reveló que su preparación para el papel involucró hasta seis horas de ejercicio diario: dos horas de CrossFit, dos horas de culturismo y dos horas de coreografía de lucha.
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Butler describió esta experiencia como la más intensa de su vida, admitiendo que, aunque “arruinó” su cuerpo en el proceso, el resultado final fue un físico que le permitió encarnar al guerrero espartano con una presencia imponente. “Me veía increíble haciéndolo”, señaló con orgullo. A pesar del sacrificio físico y el arduo trabajo, el actor de RockNRolla y Posdata, te amo confesó haber temido que la película fracasara.
En sus primeras impresiones del filme, él pensó que 300 podría ser un fiasco. Sin embargo, su perspectiva cambió drásticamente al ver el producto final, quedando impresionado con la visión que le imprimió el director de Watchmen y El hombre de acero: “¡Mira lo que hizo Zack!” exclamó Butler, reconociendo la maestría del director en la creación de una película visualmente impactante.
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La impresionante transformación de Butler para 300 no fue un esfuerzo en vano. La película, basada en la novela gráfica de Frank Miller y Lynn Varley, se inspira en la histórica Batalla de las Termópilas de 480 a.C. Aunque el filme toma ciertas libertades artísticas y distorsiona algunas particularidades históricas, mantiene el núcleo de la épica lucha de los espartanos contra la invasión persa.
La película, con un presupuesto de aproximadamente 65 millones de dólares, sorprendió a todos al recaudar más de 456 millones en taquilla. Aunque la secuela 300: El origen de un imperio, lanzada en 2014, no tuvo el mismo impacto, el legado de la primera película y el esfuerzo físico y personal de Butler han quedado grabados en la memoria del público.
