Desde los clásicos animados como Pinocho y La bella durmiente hasta las producciones más recientes como Grandes héroes y Frozen (que puedes disfrutar en el catálogo de Disney+), Disney rara vez decepciona a los espectadores. Ya sea mediante un estilo de animación encantador o una trama conmovedora, este estudio ha producido una gran cantidad de películas excelentes desde su fundación en 1923. Sin embargo, con tantos títulos famosos para elegir, es evidente que no todos los lanzamientos serán un éxito comercial.
Cuando Tomorrowland se estrenó en 2015, muchos fans se sorprendieron por la mala recepción que tuvo. A pesar de sus impresionantes gráficos, muchos críticos opinaron que dejaba mucho que desear. Además, aunque a muchos espectadores les encantaron las frecuentes referencias a los parques de diversión, muchos notaron que la película carecía de una trama coherente. La razón del fracaso de Tomorrowland es algo compleja.
‘Tomorrowland’: La ciencia ficción de Disney que decepcionó en taquilla
Tomorrowland comienza en la Feria Mundial de Nueva York de 1964, donde un joven Frank Walker (Thomas Robinson) está ansioso por mostrar su último invento: un jetpack. De repente, una joven llamada Athena (Raffey Cassidy) le entrega un pin que, al tocarlo, lo transporta a una ciudad futurista.
La película luego lleva a los espectadores al presente y presenta a Casey (Britt Robertson), una adolescente brillante que intenta evitar la demolición de Cabo Cañaveral. Al ser atrapada, Casey encuentra el mismo pin y también es transportada a Tomorrowland. Pero su tiempo en este mundo mágico es breve, ya que la batería del pin se agota rápidamente. Así, Casey debe trabajar junto a un Frank Walker (George Clooney) más viejo y cínico para salvar Tomorrowland y derrotar a los robots que intentan colonizarlo.
La película está repleta de paisajes futuristas, gadgets sofisticados y robots gigantes, ofreciendo a Disney la oportunidad de explorar el lucrativo mundo de la ciencia ficción. Sin embargo, Tomorrowland lucha por encontrar su ritmo y arrastra al público por una multitud de locaciones bulliciosas. Desde una tienda de souvenirs en Houston hasta Nueva York y la cima de la Torre Eiffel, parece extraño que los personajes viajen a estos lugares cuando su objetivo principal es salvar un mundo completamente diferente.
A pesar de las críticas, es evidente que esta película se produjo como una forma para que Disney se introdujera en un nuevo mercado mientras creaba una historia de amor hacia los parques temáticos. Los espectadores son transportados a través del clásico paseo It's a Small World, y el mundo de Tomorrowland es un claro vínculo con el Magic Kingdom. Además, los pines son una pieza crucial de mercancía en los parques, por lo que parece que los escritores quisieron incluir este elemento como un guiño a la amplia colección de souvenirs.
Tomorrowland puede no tener la historia más convincente, pero ciertamente compensa en cuanto a sus efectos visuales, desarrollados por Industrial Light & Magic (compañía conocida por su trabajo en la franquicia Star Wars). No obstante, la película, dirigida por Brad Bird (responsable de Los increíbles y Ratatouille), sólo recaudó 209 millones en taquilla, una cifra decepcionante para Disney tomando en cuenta que contó con un presupuesto de producción de 200 millones de dólares y un presupuesto de marketing de 150 millones.