La decisión de Disney de reactualizar y reinterpretar sus clásicos filmes animados (como La bella y la bestia, El rey león o La sirenita, todas disponibles en Disney+) en versiones live-action conlleva una serie de complejas decisiones creativas. Al abordar estos proyectos, el estudio debe equilibrar la fidelidad a las historias y personajes queridos con la necesidad de aportar algo nuevo y relevante para las audiencias contemporáneas.
Esto implica decisiones difíciles, como la selección de actores, la adaptación de elementos fantásticos a un formato más realista y la modernización de aspectos narrativos y temáticos sin perder la esencia del original. Estas decisiones son cruciales para asegurar que las nuevas versiones no solo honren la nostalgia de los fanáticos de larga data, sino que también capturen la imaginación de las nuevas generaciones.
La presión sobre Disney: entre la fidelidad al original y la modernización
El próximo remake live-action de Disney, Blancanieves, ha generado una gran controversia y reacciones negativas desde diversos sectores del público, poniendo al gigante del entretenimiento bajo una presión inmensa.Con críticas provenientes de múltiples ángulos, el estudio enfrenta una de sus batallas de relaciones públicas más desafiantes en los últimos años. Tanto los fans tradicionales como las voces progresistas han señalado posibles errores en la producción y el contenido del filme.
Uno de los puntos iniciales de controversia fue el casting de Rachel Zegler como Blancanieves. Zegler, de ascendencia colombiana y polaca, no encajaba con la imagen tradicional de Blancanieves, descrita en el cuento original como de “piel tan blanca como la nieve”. Esta decisión de casting desató una tormenta de críticas, con algunos fans argumentando que la elección de Disney respondía más a una declaración de corrección política que a la fidelidad al personaje.
Añadiendo más controversia, Disney anunció cambios significativos en la historia original, que no han sido bien recibidos por muchos fans. Una de las alteraciones más debatidas es la sustitución de los siete enanos por “criaturas mágicas” para evitar reforzar estereotipos asociados con el enanismo. Esta decisión no solo ha enfurecido a los seguidores de la película original, sino que también ha recibido críticas de la comunidad del enanismo, quienes sienten que su representación en la historia está siendo borrada.
Quienes critican estas posturas de Disney argumentan que este movimiento socava el papel integral que estos personajes juegan en la narrativa de Blancanieves y priva a los actores con enanismo de roles significativos. Además, la nueva narrativa, a cargo del director Marc Webb, se aleja de la trama tradicional donde Blancanieves es salvada por un príncipe. En su lugar, el remake promete enfatizar el viaje de Blancanieves para convertirse en una líder, promoviendo temas de independencia y autosuficiencia.
Sumando a la controversia, Disney recientemente tuvo que volver a rodar múltiples escenas con el elenco. Estos reshoots se debieron supuestamente tanto a diferencias creativas como a la necesidad de abordar algunas de las críticas recibidas. Esto solo ha añadido a la percepción de que la película, programada para estrenar en 2025, está en problemas y que Disney está luchando por encontrar el equilibrio adecuado entre ser fiel al original y hacer actualizaciones necesarias.