Antes de producciones épicas sobre tiempos antiguos y guerra como la popular serie de Shogun en Disney+, el cine de los años 50 abordó a su manera una declaración anti-bélica sobre un conocido señor de la guerra llamado Genhis Khan. Aún con John Wayne en el papel principal y un elenco bastante reconocido incluido el mexicano Pedro Armendáriz, la cinta fue considerada un fracaso para la crítica y lo que es peor, adquirió una connotación de "veneno" para quienes participaron en ella.
De las 220 personas que formaron parte del equipo de esta cinta, 91 de ellas desarrollaron algún tipo de cáncer durante su vida y cerca de 50 murieron a causa de esta enfermedad. Aunque hay factores externos que pudieron aumentar las posibilidades de esta "coincidencia", lo que sí es un hecho es que la película fue rodada en Utah, muy cerca de un sitio donde el gobierno de Estados Unidos realizaba pruebas con armas nucleares por lo que la radiación pudo afectar al equipo de El conquistador de Mongolia.
La producción del filme era consciente de esta información, pero el gobierno les habría asegurado que las pruebas no representaban ningún riesgo ni para el equipo ni para los habitantes de la región. Sin embargo, el director y gran parte del elenco desarrollaron la enfermedad a una edad más joven de lo normal, según las estadísticas.
Dick Powell, cineasta encargado del proyecto de 1956 murió a causa de cáncer en los ganglios linfáticos siete años después en 1963. El protagonista, John Wayne fue víctima de cáncer de estómago en 1979 y sus co-estrellas Agnes Moorehead y Susan Hayward murieron de cáncer de útero en 1974 y por un tumor cerebral en 1975 respectivamente.
Tristemente, el conocido actor mexicano que compartió créditos con Dolores del Río en María Candelaria también fue diagnosticado con cáncer. Según informó una nota de El Universal en 1963, al enterarse de que sólo le quedaba un año de vida, Armendáriz optó por suicidarse cuando estuvo solo en la habitación del hospital.
Si bien la relación entre el elevado número de enfermedades y la radiación nunca fueron comprobadas de forma concluyente Howard Hughes, productor de la película, se sintió tan culpable por continuar las grabaciones pese a su conocimiento de las pruebas nucleares que quiso eliminar la existencia del filme. De acuerdo con AdoroCinema, quiso comprar y destruir todas las copias de El conquistador de Mongolia gastando hsta 12 millones de dólares en su intento por retirarla del mercado. Ahora mismo no es posible encontrar la película en ninguna plataforma de streaming.