Cuando el irreverente superhéroe de Marvel, Deadpool, llegó a los cines en 2016, se presentó como la antítesis de los héroes ejemplares del Universo Cinematográfico de Marvel (cuyas películas están disponibles en Disney+). A diferencia de esos héroes impecables, esta película trata sobre un personaje que maldice, insulta, dispara y manifiesta abiertamente su gusto en el sexo. De hecho, el director Tim Miller dedica todo un montaje al mercenario Wade Wilson (Ryan Reynolds) y su novia Vanessa Carlysle (Morena Baccarin) participando en encuentros amorosos en diferentes festividades y épocas del año.
A pesar de la fachada juvenil de la película, la historia de amor entre Wade y Vanessa es sorprendentemente conmovedora. Deadpool revela que Wade se sometió a un procedimiento médico para activar sus habilidades de curación superrápida después de ser diagnosticado con cáncer terminal. Aunque el proceso fue efectivo para revertir el cáncer, dejó al Mercenario Bocazas con cicatrices graves en todo el cuerpo.
Wade, tras haber abandonado a Vanessa después de su diagnóstico, pasa el resto de la película tratando desesperadamente de restaurar su apariencia, creyendo que esta es la única forma de asegurarse de que ella lo amará nuevamente. Deadpool, en otras palabras, trata sobre la inseguridad del macho alfa. Obviamente, Vanessa sigue amando a Wade en su forma alterada, y la pareja eventualmente se reconcilia. Sin embargo, cuando llegó el momento de sellar su reunión con un beso, las cosas se volvieron un poco incómodas para Baccarin.
Morena Baccarin habla sobre besar a Deadpool en su forma más grotesca
Gracias a sus simuladas sesiones sexuales, Reynolds y Baccarin tuvieron que acostumbrarse a filmar juntos rápidamente en la primera película de Deadpool. Afortunadamente, ya se conocían en la vida real, lo que facilitó las cosas. “Tuvimos mucha suerte desde el principio”, dijo Reynolds a Desde Hollywood. “Nos conocíamos antes, se necesita una persona muy especial como Morena para interpretar este papel. Ella lo hace tan bien y sabíamos que la primera vez que hizo esa escena conmigo en el bar estábamos en lo correcto”.
Siendo un espíritu afín a Wade, Vanessa reacciona al ver su nueva cara por primera vez con una mezcla de vulgaridad y afecto genuino. Sin embargo, el proceso para adaptarse a la nueva apariencia de su amado era comprensible y necesario para su personaje y para la propia Baccarin: “No voy a mentirte: mirar esa cosa era una locura, y la primera vez que lo vi dije, '¿Tengo que besar eso?'”, bromeó en entrevista para People.
Esto no hizo que besar a Reynolds con sus prótesis fuera más fácil. “Sigo diciendo que besarlo con esa máscara es como besar un condón gigante de látex”, insistió la actriz de Homeland y To Your Last Death en 2018, justo durante el estreno de Deadpool 2 en entrevista nuevamente para People. “Básicamente, huele a goma todo el tiempo”.
En realidad, para la segunda película, Baccarin no pasó mucho tiempo besando a Reynolds con su maquillaje de Deadpool debido a que Vanessa fue asesinada al inicio de la película, dejando a Wade completar el resto de su arco en la película sin ella. No obstante, el personaje de Vanessa volvió a la acción en los créditos finales gracias a las travesuras de viaje en el tiempo de Wade en una de las muchas escenas post-créditos de la secuela, allanando el camino para su regreso en Deadpool & Wolverine, película que llegará a las salas de Cinépolis y Cinemex el próximo 25 de julio.