A inicios de su carrera, Brad Pitt obtuvo algunos personajes que le hicieron poco a poco convertirse en la figura que es hoy. Sin embargo, fue el impresionante papel secundario que hizo en Thelma y Louise en 1991, la aclamada película de Ridley Scott, que le daría el impulso necesario para protagonizar éxitos como Ad Astra y El club de la pelea (ambos en Disney+).
Tras aparecer junto a Susan Sarandon y Geena Davis en la gran pantalla, las oportunidades de Pitt comenzaron a llegar. Tras formar parte de películas no tan exitosas como El mundo de Holli y Nada es para siempre, su primer éxito comercial vino en 1994 como protagonista de una de las novelas más aclamadas de la escritora estadounidense de ficción gótica y literatura erótica.
Sin embargo, a pesar de ser haberse convertido en una de las interpretaciones más recordadas de toda su trayectoria, Pitt confesó que no es realmente un fanático de la cinta. Con un presupuesto estimado de unos 60 millones de dólares, la película de terror dirigida por Neil Jordan logró recaudar la impresionante cifra de más de 220 millones de dólares en la taquilla mundial, haciendo que Pitt se transformara en una de las mayores estrellas de Hollywood.
Aunque Entrevista con el vampiro le dio un gran impulso a su carrera, Brad Pitt mencionó en una entrevista para Rolling Stone que el resultado final lo decepcionó. "El libro trataba sobre un hombre que intentaba descubrir quién es: si es un dios o pertenece al diablo", dijo Pitt a la revista sobre su experiencia siendo el icónico Louis de Pointe du Lac, uno de los dos chupasangre protagonistas de la cinta.
"La película se centró más en las payasadas de Lestat [vampiro interpretado por Tom Cruise] (...) pero mi personaje simplemente estaba siendo arrastrado de un lugar a otro [ ...] Y se volvió un poco más una desilusión que una búsqueda real", contó Brad sobre la razón que Entrevista con el vampiro le hizo sentir frustrado. Además, habiendo leído el libro, Pitt sabía que el proyecto estaba tomando un rumbo distinto.
Según Pitt, aunque estaba entusiasmado con el guión (que le llegó tarde dos semanas), el rodaje resultó ser bastante agotador. "Fue una filmación difícil, [estábamos] en Nueva Orleans filmando a oscuras, toda la noche, durante tres meses. Afectó mi mente", recordó el actor de 60 años sobre una película que llegó a los cines hace 30 años.
Como si todo esto no fuera suficiente, Pitt también tuvo una pelea con Cruise, quien a diferencia de él, ya era una estrella establecida en ese momento. En algún momento, todo se puso tan mal que Pitt incluso recurrió a su productor David Geffen para negociar su salida del proyecto. Sin embargo, cuando supo que su retiro le costaría 40 millones de dólares, decidió seguir adelante. Al final, Entrevista con el vampiro continúa como una de sus películas más recordadas.