Dentro de toda la gama de géneros que hay en las plataformas de streaming como Disney+, Netflix, Max y Amazon Prime Video, el cine bélico es uno de los favoritos del público. Sea cual sea, en las listas de lo más visto siempre se encuentran películas de dicha categoría como Sin novedad en el frente, La chaqueta metálica y La caída del Halcón Negro.
Más aún, el cine de guerra es siempre uno de los que siempre obtienen premios en la ceremonia de los Oscar. Pearl Harbor, Rescatando al soldado Ryan, La lista de Schindler y El paciente inglés son algunas de las cintas que se han llevado algún reconocimiento de la Academia. Para cualquiera que no tenga idea de qué ver, seguramente algo dentro del género bélico será más que suficiente para pasar un buen rato.
Sin embargo, para quienes quieren ver algo dentro de lo más aclamado por la crítica, existe una cinta que luego de 36 años de haberse estrenado sigue estando dentro de lo mejor del género. Dirigida por Kevin Reynolds, quien estuvo a cargo del infame Waterworld y del éxito taquillero de Robin Hood: Príncipe de los ladrones, esta cinta es una obligación para los admiradores del cine bélico.
Se trata de La bestia de la guerra, la película que Reynolds llevó a los cines en 1988 y es considerada una de las 10 cintas bélicas que alguna vez se tiene que ver en la vida. Aunque la película es muy conocida por los cinéfilos, en general, esta obra maestra es desconocida entre la mayor parte del público. Lo mejor es que la cinta está disponible para alquilar o comprar digitalmente en las plataformas Amazon Prime Video y Apple TV.
¿DE QUÉ VA 'LA BESTIA DE LA GUERRA'?
Durante la invasión soviética de Afganistán a principios de la década de 1980, los afganos intentaron utilizar medios militares limitados contra el ejército enemigo. En particular, los combatientes mal equipados de las aldeas tenían pocas posibilidades. Bajo el mando del veterano Daskal, la tripulación de un tanque participa en el ataque a una aldea pastún.
Durante el transcurso de los combates, Koverchenko, que conduce el tanque, debe atropellar a un afgano que ya ha sido capturado y que previamente había arrojado una bomba Molotov a otro tanque. Koverchenko ejecuta la orden a regañadientes. Pero cuando él y sus camaradas de repente se encuentran solos mientras se retiran porque pierden contacto con el resto de la unidad, el conflicto entre él y Daskal estalla abiertamente. Será difícil sobrevivir en un territorio enemigo accidentado si los soldados no se mantienen unidos.