Con su más reciente temporada Bridgerton nos llevó en un camino de crecimiento personal y aceptación sobre la propia esencia junto al personaje de Nicola Coughlan. De la misma forma que Tiana de La princesa y el sapo o Mérida de Valiente (ambas cintas en Disney+), la joven escritora detrás del seudónimo de Lady Whistledown destacó por ser un ícono feminista al poner sobre todas las cosas el amor propio y con ello, su empoderamiento.
Cuando conocimos a Penélope Featherington al inicio de la popular serie de Netflix vimos a una chica introvertida y mucho más observadora que proactiva en la modificación de su propio entorno. Sin embargo, desde los primeros capítulos de esta temporada, la joven inició un proceso de definición bastante importante en el que, antes que nada, pronunció su estilo al dejar de utilizar las prendas llamativas impuestas por su madre, la Baronesa Portia Featherington (Polly Walker).
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La autenticidad como primera enmienda
Aunque inicialmente tomar esta decisión parece algo muy superficial para el motivo que defiende, la realidad es que la ropa es una parte importante que Penélope, y el resto de las personas, usamos para reflejar y defender nuestra identidad. Con esta acción, el personaje de Coughlan comienza a aceptar su singularidad aún si esto no encaja perfectamente en los ideales y exigencias de sociedad que la rodea.
Poco a poco, Penélope comienza a defender su personalidad genuina caracterizada por su encanto y valentía. Esto es lo que atrae realmente a Lord Debling para cortejarla y hacer una oferta de matrimonio subrayando para la joven que su mayor atractivo son los rasgos tan auténticos y "fuera de lo común" con los que se desenvuelve.
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Todos sabemos lo qué vino después, la esperada -aunque bastante inoportuna- confesión de amor por parte de Colin Bridgerton (Luke Newton). A pesar de que este era un momento ansiado por nosotros como espectadores y la propia Penélope, ella decidió retirarse del baile, mostrando un límite importante respecto a alejarse de las situaciones inciertas o poco saludables que se presentan, por difícil que sea luchar contra ese deseo, en pro del bienestar emocional y mental.
La seguridad del cuerpo
Cuando finalmente Penélope y Colin están juntos, esto sucede desde el camino de resiliencia, amor propio y autenticidad que ella construyó a lo largo de la serie. Muchas mujeres a través de redes sociales han expresado lo importante que fue para ellas ver a una mujer como el personaje de Coughlan siendo la protagonista de escenas tanto emotivas como románticas mostrando mucha seguridad frente a cuadro.
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"Siento que Nicola Coughlan ha hecho más de lo que jamás sabrá por las mujeres y personas de todos los tipos de cuerpo. Estoy muy agradecida", es uno de muchos comentarios al respecto que circulan en X. Aun así, este proceso tampoco ha sido de lo más sencillo para la misma intérprete quien ha tenido que pronunciarse ante las críticas hacia su cuerpo a raíz de las escenas más intensas de la serie.
Aún con todos sus detractores, la también actriz de Barbie junto a su personaje, Penélope, han logrado capturar a la perfección la esencia del proceso hacia el amor propio y la aceptación personal en todos los aspectos. La evolución del personaje y su tiempo en pantalla no sólo le dieron a la serie de la N roja mucha tela para cortar respecto a la historia de época y todo lo que sucedía en la esfera social, sino que como espectadores vimos una subtrama que logró destronar los estándares y expectativas que a veces parecen seguir vigentes.
