La adrenalina, la acción y el estilo son los ingredientes clave que definen una película de acción memorable. Con sus secuencias de combate coreografiadas meticulosamente y sus escenas de persecución que aceleran el pulso, la franquicia de John Wick, protagonizada por Keanu Reeves, se ha consolidado como una de las mejores del siglo XXI.
Sin embargo, hace una década, una intensa película de acción irrumpió en las pantallas, estableciendo una nueva franquicia que ha logrado rivalizar efectivamente con John Wick. Esta película, que sorprendió tanto a críticos como a espectadores, no sólo elevó los estándares del género, sino que también introdujo a un nuevo antihéroe cuyas hazañas han sido tan implacables como cautivadoras.
Columbia Pictures
El antihéroe americano es un arquetipo complejo: malhumorado, solitario, alérgico a las reglas, a veces violento, pero siempre con sentimiento. Es una figura mitológica difícil de explicar sin recurrir al psicoanálisis, pero su atractivo reside en sus facetas contradictorias. Este personaje, presente en nuestro imaginario desde hace décadas, sigue siendo una fuente inagotable de exploración en el cine de acción.
Antoine Fuqua ha centrado su cine en este arquetipo, creando películas ambiciosas que buscan ser clásicos atemporales. Aunque sus películas no siempre logran la amalgama perfecta (como Revancha y Tirador), Fuqua mantiene una extraordinaria coherencia con su visión del cine.
Columbia Pictures
Esto se refleja en The Equalizer: El justiciero, basada en una serie de televisión popular en los años 80. Esta película se centra en un héroe solitario y de una sola pieza, interpretado por Denzel Washington, quien encarna a Robert McCall, un empleado de una megatienda de bricolaje con un pasado oscuro.
Columbia Pictures
Acción implacable y justicia: El atractivo duradero de ‘The Equalizer’
McCall, un personaje nocturno y solitario, frecuenta un restaurante suburbano donde conoce a Teri, una prostituta menor de edad interpretada por Chloë Grace Moretz. Cuando Teri es golpeada por su proxeneta, McCall desata su profesionalismo homicida, enfrentándose a la mafia rusa para corregir una serie de injusticias. A pesar de que Teri abandona la escena demasiado pronto, la atención de McCall se dirige hacia otros necesitados, culminando en una violenta y satisfactoria confrontación final.
El atractivo de The Equalizer radica en su retrato íntimo del héroe americano, reflejado en la actuación de Washington y la dirección de Fuqua. La película ofrece una mezcla de acción, drama y redención, que resuena tanto con los amantes del cine de acción como con aquellos que buscan historias de justicia y moralidad en un mundo caótico.
