Después de conocer el desarrollo temprano de la vida de Riley en Intensamente (película que puedes ver en Disney+) y más tarde su primera cita con el cortometraje de Pixar ahora Intensa Mente 2 nos ha dado una etapa más complicada para la joven por la que todos pasamos tarde o temprano: la pubertad. Para retratar cada uno de estos momentos en su vida, la selección de emociones a incluir ha sido siempre una parte crucial del proceso creativo tanto para Peter Docter, director de la primera entrega, como para Kelsey Mann de la segunda.
Bien dijo Ansiedad (Maya Hawke) que para esta etapa de su vida, Riley necesitaría "emociones más sofisticadas", aunque tal vez lo que quiso decir fue "más complejas". Esta idea refleja el trabajo que Mann tuvo que contemplar para añadir nuevas emociones a la trama, además de las cinco que conocimos en 2015, por lo que el cineasta recurrió a una mirada retrospectiva del proyecto en general desenterrando material sobre los inicios de Riley cuando una emoción alemana se asomaba en el cuadro.
Durante el proceso de desarrollo de la secuela, que tomó aproximadamente cuatro años, el equipo probó diversas lineas argumentales y personajes/emociones que finalmente terminaron por descartarse. Revisando el archivo de Pixar, Mann pensó en darle una segunda oportunidad a variantes que se pensaron incluso para la primera película de Intensamente. "Quería ver si había joyas entre ellos que pudiera recuperar", resumió el director en entrevista para el medio Slashfilm.
Lo que Mann encontró fue a Schadenfreude, una emoción típicamente alemana compuesta por las palabras "daño" y "alegría" que podría entenderse como una sensación de felicidad que llega a expensas de alguien más. Se hicieron bocetos de ella, igual que con emociones como Culpa, Sospecha y otras y pese a que no hay un boceto público de cómo hubiese sido Schadenfreude en Intensa Mente 2, sí hay una ilustración de cuando fue contemplada para la primera cinta, aquí la dejamos.
Aunque hubiese lucido muy bien en su atuendo "típicamente alemán" la historia de Riley en el campamento de hockey tuvo que prescindir de Schadenfreude y el resto de las porque según el cineasta había tantas emociones que "no podías seguir el ritmo" a cada una de ellas. De haberse incluido, hubiese sido complejo seguir la pista a cada una de ellas y para su descarte Pixar recurrió a la consulta del psicólogo y profesor de Harvard, Dacher Keltner quien sugirió al equipo centrarse más bien en las emociones relacionadas a la autoestima.
"Está profundamente arraigado en nosotros que en esta edad comenzamos a ser realmente conscientes de nosotros mismos", citó Mann el consejo del especialista de Harvard en su charla con Slashfilm. Fue así como finalmente Riley dio la bienvenida a Ansiedad, Envidia, Vergüenza y Ennui junto a sus cinco emociones primarias. ¿Será que después de dos intentos, la tercera entrega sea la vencida para poder ver a Schadenfreude en pantalla?