Hay niños actores que se roban el corazón del público, gracias a su carisma, ternura o inocencia , estos personajes se quedan dentro de la mente del espectador y se vuelven un recuerdo indeleble de la cinta en la que aparecen. Los ejemplos de infantes que se roban la película sobran: Dakota Fanning en Yo soy Sam, Saoirse Ronan en Atonement y la ya legendaria actuación de Anna Paquin en la cinta The Piano de 1993 que le valió un Oscar como mejor actriz de reparto a los 11 años de edad.
Un niño que se robó la película y los corazones del público fue el joven Giorgio Cantarini quien encarnó a Giosué en la cinta La vida es bella. Cantarini tenía tan solo 5 años cuando interpretó su rol en esta película que nos daba una perspectiva completamente diferente a las atrocidades acontecidas durante La Segunda Guerra Mundial. La película brilla por múltiples aspectos, sin embargo la lucha que hace el padre Guido (Roberto Benigni) por preservar la inocencia de su hijo en medio de la barbarie, fue algo que nos conmovió a todos.
IMDb
El éxito de La vida es bella le abrió las puertas al pequeño Cantarini de aparecer en otra película de alto calibre. El niño interpretó al hijo de Maximo Decimo Meridio (Russell Crowe) en la clásica cinta Gladiador de Ridley Scott. Sin embargo, después de ese trabajo, el joven actor ha tenido una carrera relativamente modesta.
Actualmente Giorgio Cantarini tiene 32 años y reside en Italia, ha retomado su carrera como actor apareciendo en películas como Lamborghini: el hombre detrás de la leyenda de 2022 y Comandante de 2023. Sin embargo, su mayor papel sigue siendo aquel que interpretó hace 27 años en La vida es bella.
IMDb
Durante una entrevista para la Academia de cine de Nueva York, Cantarini detalló cómo fue que consiguió el rol que lo inmortalizaría: "Había un artículo en el periódico con una descripción del elenco de los niños que buscaban, y mi tío vio la descripción y dijo: 'Giorgio, es como tú, tienes que ir a la audición', y así Fuimos… En las audiciones yo nunca actué. Roberto Benigni sólo quería hablar conmigo y ver cómo reaccionaría y luego, claro, en el set me explicaron la escena, lo que estaba pasando” .
La interpretación de Cantorini en La vida es bella ayudó a la cinta a hacerse del premio Oscar a mejor película de habla no inglesa en 1999, además de que aquel largometraje se ha convertido en un clásico del cine internacional. Como un dato curioso, Cantarini tuvo dos “papás” que ganaron el premio Oscar a mejor actor, Rusell Crowe con su rol en Gladiador y Roberto Benigni en La vida es bella.
IMDb
