Los accidentes y sucesos no planeados son pan de cada día durante las filmaciones. Desde los fenómenos paranormales que le ocurrieron a los actores de El exorcista y Poltergeist, hasta las lesiones en películas como Kill Bill y Star Wars: El despertar de la Fuerza, nadie está exento de sufrir un contratiempo.
Las acrobacias a las que el público está tan acostumbrado en las películas de acción, las escenas de lucha e incluso los hechos captados por ciertas películas de catástrofes implican grandes peligros para todos los que intervienen en una producción. Sabiendo esto, es fundamental realizar dichas tareas con el máximo cuidado para asegurar un buen resultado sin descuidar el bienestar de los involucrados.
Uno de los accidentes más épicos ocurrió durante las grabaciones de El señor de los anillos. Si bien no hay escenas tan extremas como las de Tom Cruise en la franquicia de Misión Imposible o las de Keanu Reeves en John Wick, una de las secuencias le causó a su protagonista que se rompiera varios dedos.
Fue en 2002, en el rodaje de El señor de los anillos: Las dos torres, cuando Viggo Mortensen tuvo no uno, sino numerosos accidentes mientras interpretaba a Aragorn. Durante la escena en la que su personaje se encuentra con los cuerpos de orcos quemados, en un momento de ira y desesperanza pensando que Merry y Pippin están entre ellos, Aragorn le da una patada a un casco y cae de rodillas mientras grita desesperado.
Este momento capturó una esencia realmente genuina dado que Mortensen sufrió un accidente de verdad. En realidad, la patada que Mortensen le dio al casco fue tan intensa que terminó rompiéndose dos dedos del pie al hacerlo. A pesar del increíble dolor que sintió, Mortensen quizo ser profesional y continuó la escena sin decir nada hasta terminar y darse cuenta de que se había roto los dedos del pie. La escena quedó tan creíble que decidieron usarla y ahora puede verse en la cinta.
Esta no fue la única escena en la que Mortensen tuvo un incidente. Cuando rodó una secuencia en la que flotaba río abajo, el también actor de Green Book: Una amistad sin fronteras quedó atrapado en una corriente y quedó sumergido bajo el agua. Afortunadamente, Mortensen pudo ser rescatado a tiempo y todo quedó en una amarga anécdota.