Keanu Reeves, uno de los actores más icónicos y versátiles de Hollywood, ha experimentado una notable transformación física a lo largo de su carrera. Desde sus primeros pasos en el cine con Flying de 1986, hasta su más reciente éxito en John Wick: Capítulo 4, Reeves ha demostrado su compromiso con cada uno de sus personajes, adaptando su físico para encarnar diversos roles con autenticidad y dedicación.
En 1986, Keanu Reeves interpretó a Tommy Wernicke, un joven y atlético gimnasta, en la cinta de Paul Lynch. Por esto, el actor mostró un físico delgado y tonificado, adecuado para su papel en un drama deportivo. Su figura reflejaba la juventud y energía de un principiante en la industria del cine, marcando el inicio de lo que sería una carrera prolífica.
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A medida que avanzó en su carrera, Reeves tomó roles que exigían diferentes preparaciones físicas. En la comedia Bill & Ted's Excellent Adventure, mantuvo su imagen juvenil y despreocupada. Sin embargo, con el paso de los años comenzó a asumir papeles más exigentes por lo que en Point Break y Speed, Reeves presentó un físico más robusto y atlético, adaptándose a los roles de un agente del FBI y un oficial de policía, respectivamente.
Sin embargo, el verdadero punto de inflexión en su transformación física llegó con The Matrix donde para interpretar a Neo, Reeves entrenó intensamente en artes marciales y acondicionamiento físico, logrando un cuerpo más musculoso y ágil. Este papel no solo requirió habilidades físicas, sino también una notable resistencia y flexibilidad, consolidando su reputación como un actor comprometido con sus roles.
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Para la saga John Wick, que comenzó en 2014, su preparación incluyó entrenamiento en artes marciales mixtas, jiu-jitsu brasileño, judo y manejo de armas de fuego. Así, Reeves adoptó un régimen de entrenamiento riguroso para mantenerse en forma y realizar muchas de sus propias acrobacias y escenas de acción.
En John Wick: Capítulo 4, el actor mostró un físico impresionante para alguien en sus 50 años. Su dedicación a la serie es evidente no solo en su actuación, sino también en su capacidad para realizar secuencias de acción intensas y realistas. La evolución de su físico a lo largo de los años refleja su compromiso con su arte y su capacidad para adaptarse a las demandas de cada personaje, enriqueciendo sus actuaciones de forma única y dejando una marca indeleble en la historia del cine.
