Nadie puede negar que El exorcista es una de las mejores películas de terror en la historia del cine. A la par de títulos como La masacre de Texas y La profecía, la cinta dirigida por William Friedkin se convirtió en la favorita de miles de personas y marcó un antes y después de cómo se vivían los largometrajes de dicho género en salas, pues provocó desmayos, vómito y cientos de personas enojadas por el retrato del diablo y la religión.
Su representación de una niña poseída por el demonio pasó a la historia por sus escenas gráficas al mostrar cómo se hería a sí misma con un crucifijo, cómo le volteaba la cabeza 360 grados y bajaba las escaleras rápidamente con las manos. En la actualidad, aún hay miles que no se atreven a ver la cinta de 1973, pues incluso las actuaciones son desgarradoras de ver. Linda Blair quedó fichada como una persona con la que daba miedo trabajar, pero no fue la única con estragos de por vida.
Ellen Burstyn, quien interpretó a la Sra. McNeill, sufrió un terrible accidente mientras rodaba una de las escenas más impactantes de la película. Durante la filmación de la secuencia en que Regan se lastima con una cruz y acuden a su habitación para detenerla, la niña avienta a su mamá contra la pared y le lanza el armario encima. Si ya has visto el largometraje alguna vez, probablemente recuerdes el escalofriante grito que emite la actriz al caer al suelo, ¿cierto?
La también actriz de Réquiem por un sueño utilizó un arnés que la jalaría de la cama hacia el suelo para simular la caída, pero el jalón y posterior golpe fue tan fuerte que se lastimó la espalda de manera grave y la orilló a gritar fuertemente del dolor. Su columna vertebral tuvo daño permanente y se fracturó el coxis, por lo que su grito fue tan auténtico que el director decidió que usaría dicho metraje para el corte final.
Warner Bros. Pictures
Pasaron los años y Burstyn aún recuerda la terrible escena en que salió herida por hacer su trabajo frente a las cámaras, pero sorprendió verla regresar al personaje en El exorcista: Creyentes; así que nos hace pensar que su disgusto realmente fue con Friedkin y no con la historia creada por William Peter Blatty. ¿Te hubieras imaginado que su grito fuera provocado por dolor real?
