House of the Dragon más allá de presentarnos grandes conflictos dramáticos y secuencias de batalla totalmente hipnotizantes, algo que también caracteriza a esta serie, de manera evidente… son los dragones. Sin embargo, ¿en verdad son dragones las criaturas que vemos en la serie o siempre hemos vivido engañados?
La clave de esta incógnita radica en las patas de los animales. Mientras que los dragones convencionales cuentan con cuatro extremidades, los que tienen dos patas reciben el nombre de guivernos o wyverns. A su vez, mientras que los dragones son de mayor tamaño y pueden escupir fuego, los guivernos no poseen estas características. Sin duda pertenecen a la familia de los dragones, pero de manera estricta no son dragones en sí, pues se trata de dos especies diferentes.
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Esto no se trata de un error de George R.R. Martin, y por el contrario, fue una decisión completamente consciente de su parte. De acuerdo con el autor de Game of Thrones, escoger el diseño de los guivernos era la opción idónea a seguir ya que estos animales tienen una aproximación mucho más realista a lo que él tenía en mente, en cuanto al concepto de dragones se refiere.
Lo más curioso de todo este asunto es que, si nos ponemos estrictos, varias de las grandes franquicias de fantasía nos han mostrado guivernos desde siempre, en vez de dragones. ¿Smaug de El Hobbit? Un guiverno. ¿El Colacuerno húngaro al que se enfrenta Harry Potter en El Cáliz de Fuego? Otro guiverno. Así que para todos aquellos que quieran hablar de manera apropiada, de ahora en adelante pueden empezar a decir House of the Wyvern, en vez de House of the Dragon.
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