En el cine moderno, algunas películas han optado por la austeridad de los diálogos para transmitir emociones de manera más efectiva. Ejemplos notables incluyen All Is Lost de J.C. Chandor, donde Robert Redford lucha contra la adversidad en medio del océano; y The Tribe de Myroslav Slaboshpytskyi, que se centra en un internado para sordomudos sin una sola línea de diálogo hablado.
En el ámbito del terror, una película extraordinaria ha llevado este enfoque al extremo, demostrando que el silencio puede ser una herramienta crucial para sobrevivir. En esta obra maestra contemporánea, los actores procuran no hablar, pero el miedo que generan es abrumador.
Sin palabras, solo miedo: la película de terror que redefine el silencio
Con Un lugar en silencio, el actor y director John Krasinski incursiona en el terror para causar un impacto, dirigiendo un escalofriante filme ejecutado en gran parte sin diálogo, confiando completamente en el diseño de sonido y en actuaciones al estilo del cine mudo para ofrecer una experiencia visual inusual, especialmente en una época donde la excesividad y los personajes locuaces son comunes en el género.
El mundo ha sido invadido por alienígenas, y estos monstruos poseen un oído superdesarrollado, cazando cualquier cosa que perciban cerca. Mientras que la mayor parte de la población de la Tierra ha sido aniquilada, Lee (Krasinski) y Evelyn (Emily Blunt) han logrado construir una vida en silencio, creando un hogar en el campo donde se ha eliminado todo ruido.
Después de perder trágicamente a su hijo menor, Lee y Evelyn están dedicados a proteger a sus hijos restantes, Marcus (Noah Jupe) y Regan (Millicent Simmonds), quien es sorda. Evelyn está ahora embarazada, comenzando a prepararse para este nuevo orden mundial de silencio, mientras Lee intenta mantener la rutina, enseñando a sus hijos los trucos para moverse en silencio y defender el hogar.
Sin diálogo, las actuaciones se expresan principalmente a través de miradas y gestos de manos, dando a Un lugar en silencio una intimidad inusual, pero la verdadera conexión emocional se ve interrumpida por impactantes ataques de monstruos a medida que avanza la historia. Krasinski logra mantener todo cohesionado, preparando desastres para que la familia maneje y entradas de alienígenas que inspiran choques corporales en los sobrevivientes, obligando a los personajes a luchar contra su instinto natural de entrar en pánico.