M. Night Shyamalan es el gran ilusionista del cine. Sorprendió al público con el impactante giro final de El sexto sentido, convirtiéndose en la segunda película de terror más taquillera de todos los tiempos y recibiendo una serie de nominaciones al Oscar. Desde entonces, el cineasta nos ha sorprendido una y otra vez con sus famosos plot twists en La aldea, Los huéspedes y Viejos.
Shyamalan entiende que los giros creativos en la trama son la base de una buena película de terror. Uno de los primeros ejemplos proviene del filme mudo de 1920, El gabinete del doctor Caligari, en el cual Francis, un hombre que investiga una serie de asesinatos, resulta ser un interno de un manicomio. Es prácticamente el mismo giro que Martin Scorsese utilizó magistralmente en su thriller psicológico La isla siniestra 90 años después.
La fascinación de M. Night Shyamalan por un buen plot twist
Un buen plot twist, en este sentido, debe ser una sorpresa completa y alterar profundamente nuestra percepción de los eventos representados hasta ese momento. El sexto sentido, protagonizada por Bruce Willis y Haley Joel Osment, es el ejemplo perfecto porque el hecho de que Malcolm haya estado muerto todo el tiempo significa que ha estado lamentando la pérdida de su esposa, Anna (Olivia Williams), sin saber que él mismo es un espíritu.
Shyamalan entregó otro giro brillante con El protegido, en el que el Dr. Glass, interpretado por Samuel L. Jackson, resulta ser responsable de todo el caos y la destrucción presenciados por David Dunn (Bruce Willis). Luego llegó Fragmentado con James McAvoy, que básicamente fue un giro argumental en sí mismo. La pasada oferta de Shyamalan, Llaman a la puerta, es igual de serpenteante, aunque quizás un poco exagerada.
En una entrevista con NME, Shyamalan habló sobre algunas de las películas que lo impactaron como director: “¿Mi plot twist favorito fuera de mi filmografía? Sin duda, El planeta de los simios, la original”, dijo. "Recuerdo cómo florecía en mi mente mientras la veía y cómo resonaba después. Fue profundo, irónico, todas esas cosas. Incluso hoy en día es el estándar para mí”.
Estrenada en 1968, la película original El planeta de los simios cuenta la historia del astronauta George Taylor (Charlton Heston), quien se encuentra en un planeta distante habitado por simios inteligentes no humanos después de que su nave espacial se estrella. En este planeta aparentemente remoto, los simios son dominantes mientras que los humanos están esclavizados.
Hacia el final de la película, George está cabalgando por la playa con un compañero cuando se encuentran con la Estatua de la Libertad medio enterrada en la arena. Era la Tierra todo el tiempo. “Oh, Dios mío”, exclama el capitán. “Finalmente lo hicieron. Lo destruyeron todo. ¡Malditos, malditos sean todos!”.
“Fue un comentario social profundo... pero de repente se convirtió en esta película realmente apocalíptica”, dijo el director de Señales y El fin de los tiempos sobre la escena. “Todo está en el ángulo de la historia. Ese es un maravilloso ejemplo de una película apocalíptica contada desde un ángulo que nunca se había hecho antes” y con un plot twist sobresaliente desde la óptica de Shyamalan.
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