Steven Spielberg es uno de esos pocos cineastas que desde siempre nos ha entregado grandes obras cinematográficas, que con el paso del tiempo, se terminan convirtiendo en clásicos absolutos. Su talento a la hora de contar una historia es único, y tras habernos dado filmes como Jurassic Park, Tiburón y La lista de Schindler, tan sólo por mencionar unos pocos, queda claro que el legado del cineasta norteamericano es uno que perdurará para toda la historia.
En el año 1998, Spielberg estrenó una de sus películas más condecoradas, teniendo a Tom Hanks como protagonista. La cinta se hizo acreedora de 11 nominaciones al Óscar, llevándose los premios de Mejor Fotografía, Mejor Sonido, Mejor Edición de Sonido, Mejor Montaje y Mejor Director para Steven Spielberg. Del mismo modo, el filme destacó de sobremanera durante las ceremonias de premiación de los Globos de Oro y del BAFTA.
Hablamos de Salvando al soldado Ryan, largometraje bélico ambientado durante la Segunda Guerra Mundial. Se trató de una cinta tan realista y tan magistralmente ejecutada, que a la hora de ser proyectada en los cines, incluso se temió por la salud mental de los veteranos de guerra, quienes de seguro presentarían episodios de estrés postraumático. Tal y como se llegó a temer, se reportaron más de 170 llamadas telefónicas por parte de soldados, quienes vieron la película, y experimentaron momentos de crisis. El Departamento de Asuntos de los Veteranos del Gobierno de Estados Unidos creó una línea de ayuda especial para atender estos casos.
El veterano de guerra John Raaen, por ejemplo, compartió lo que pasaba por su cabeza mientras veía la cinta: “Todo el mundo estaba atónito. Yo también. No podía hablar con nadie. Me trajo tantos recuerdos que mi mente estaba repasando todas las cosas que sucedieron.” De acuerdo con testimonios de todos aquellos soldados que vivieron la guerra en carne propia, Spielberg rodó con mucho realismo y precisión el desembarco de Normandía en la playa Omaha, de manera específica.
Deborah Richter, terapeuta del Centro de Veteranos de Portland, en aquella época, afirmó que las películas bélicas, a menudo, provocan emociones intensas en los veteranos: "Creo que va a impresionar a mucha gente. John Wayne hizo muchas películas examinando las experiencias de la Segunda Guerra Mundial, pero no tan gráficas como tengo entendido que es ésta. Es una perspectiva del dolor, del sufrimiento y de las muertes muy diferente. Es el desencadenante definitivo de las experiencias postraumáticas".
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