Si escuchas el nombre de Tom Hanks lo más probable es que automáticamente pienses en Forrest Gump y películas como Milagros inesperados o Náufrago, pero la filmografía del actor estadounidense es tan vasta que es prácticamente imposible nombrar todos sus roles en el cine. Tras debutar en la pantalla desde la década de los 70, el intérprete originario de California ha sido nominado al Oscar en seis ocasiones, de las cuales ganó en dos ceremonias.
Tras filmar películas como Philadelphia, Salvando al soldado Ryan y Atrápame si puedes, Hanks filmó una película dirigida por Steven Spielberg que rozaba en el drama romántico y la comedia, pero retomaba la historia verdadera de una persona que quedó varada en un aeropuerto tras un conflicto sociopolítico en su país de origen, y que ya había sido llevada al cine francés por el director Philippe Lioret.
Hanks interpreta a Viktor Navorski, un hombre que llega al aeropuerto John F. Kennedy de la Ciudad de Nueva York, pero no puede entrar oficialmente al país debido a que durante su trayecto en avión, su nación de origen inició un golpe de Estado y provoca que su pasaporte pierda validez en los Estados Unidos. Al quedar varado en el aeropuerto y no poder volar de regreso a su país, Viktor se queda a vivir en la terminal y comienza una amistad con Amelia (Catherine Zeta-Jones), una sobrecargo.
Titulada La terminal, esta cinta que continuó la colaboración entre Spielberg y Hanks después de Band of Brothers y actualmente se encuentra en el número ocho del Top 10 de películas más vistas en Netflix México. Si eres de los que aún no la has visto, te sorprenderás al ver el rostro de Diego Luna, quien también forma parte de este largometraje junto a Chi McBride, Zoe Saldaña y Stanley Tucci.
DreamWorks
Fue Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní, la persona que inspiró la realización de En tránsito, la primera película basada en su experiencia viviendo en el Aeropuerto de París Charles de Gaulle desde 1988 hasta 2006. El proyecto fue un éxito y recaudó más de 200 millones de dólares con un presupuesto de 60 millones, abriendo el camino para que Spielberg dirigiera su propia versión de La guerra de los mundos con Tom Cruise. ¿Quién dijo que el cineasta no podía adentrarse en cualquier género?
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