Estrenada en 1969, Charro! es un interesante intento del cine norteamericano de emular el estilo spaghetti western italiano, que había ganado popularidad en la década anterior. Este subgénero se caracterizaba por sus antihéroes oscuros, paisajes desérticos y una atmósfera más cruda y violenta que los westerns tradicionales de Hollywood.
En ese contexto, ¿quién mejor que Clint Eastwood, que se había convertido en el rostro de este tipo de películas gracias a su trabajo con el director Sergio Leone, para asumir el papel protagónico? Eastwood había finalizado recientemente el rodaje de El desafío de las águilas y era la elección natural para la película dirigida por Charles Marquis Warren.
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El western que casi protagoniza Clint Eastwood, pero terminó en manos de esta estrella musical
Sin embargo, Eastwood estaba comprometido con otro proyecto cinematográfico en ese momento, uno del que aún hoy prefiere no hablar debido a su descontento con el resultado. Este conflicto de agenda hizo que el proyecto de Charro! pasara a manos de una figura inesperada: Elvis Presley.
El icónico cantante y actor había estado encasillado en una serie de películas musicales y comedias ligeras que, aunque exitosas en taquilla, habían comenzado a sentirse repetitivas y limitantes para su carrera. Por esa razón, el actor de Doble problema y Cambalache vio en Charro! la oportunidad perfecta para romper con ese ciclo monótono y reinventarse como intérprete.
National General Pictures
Para la película, Elvis Presley usó barba por primera vez en la pantalla, una experiencia que detestó profundamente. A diferencia de sus habituales roles cargados de canciones, en esta ocasión, solo cantó durante los créditos, permitiéndole asumir un papel completamente diferente.
Su personaje, Jess Wade, es un forajido perseguido por su antigua pandilla, quienes planean robar y vender un valioso objeto al mejor postor, incriminando a Jess en el proceso. Este giro permitió a Elvis mostrar una faceta más seria y dramática, alejada de su imagen tradicional de ídolo musical. Su actuación, aunque recibió críticas mixtas, fue un esfuerzo notable por expandir su rango actoral y alejarse de su imagen pública predominante.
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La dirección de Charles Marquis Warren, conocido por su experiencia en el género western, aportó un toque auténtico y robusto a la película, aunque muchos críticos consideraron que la película no lograba capturar completamente el espíritu del 'spaghetti western'. A pesar de esto, Charro! sigue siendo una pieza interesante en la filmografía de Elvis y un ejemplo de cómo el cine norteamericano intentó adaptarse y competir con las tendencias cinematográficas europeas de la época.
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